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Desde el momento en que nacemos, nuestro cuerpo está destinado a habitar en un espacio determinado. Podría parecer una afirmación obvia, sin embargo pocas veces nos percatamos que antes de vivir en una casa , habitamos dentro del vestuario. Todos sin excepción, al despertar tenemos que elegir aquellas prendas que van a comunicar al resto del mundo quiénes somos o quiénes queremos ser, nuestros estados de ánimo y en general, nuestra personalidad. Lo que usamos habla por sí solo, lo queramos o no.
La chasquilla, su belleza inocente y un estilo propio inconfundible hicieron de Jane Birkin una de las mujeres más imitadas de la moda. Diseñadores que se inspiran en su estilo mod/bohemio, editoriales que siempre recuerdan la legendaria relación que sostuvo con el cantante francés Serge Gainsbourg o que recrean las películas y el estilo de vida bohemio que ambos llevaron durante los ’60 y ’70 en París.
Continuando con las diversas tendencias japonesas, hoy les hablaremos de un estilo que este último tiempo ha estado muy de moda, extendiéndose incluso en occidente: Las Mori Girl.
Historia de la vida real: Vivo muy cerca de la zapatería con mejor precio-calidad de Buenos Aires. Como compradora compulsiva rehabilitada, ya tengo establecido mi patrón de compra, que debo respetar si es que vivo tan cerca de éste secreto mejor guardado (Y si es que quiero llegar a fin de mes): Miro con atención, me pruebo, me voy, y si después de varias horas (o dias en algunos casos) sigo pensando en ese par de zapatos, voy y los compro. Así nunca tengo arrepentimientos raros y zapatos olvidados en el fondo del clóset.
La última vez que pasé por mi
"Wearable Art" o arte usable, es el concepto utilizado para designar prendas y accesorios que fusionan el arte con la moda. Muchas veces hechas a mano, estas piezas pretenden aprovechar la visualidad del arte cambiando el soporte plano y estático, por el tridimensional y móvil que es el cuerpo. Existe la polémica sobre la naturaleza excéntrica y la poca utilidad de este estilo de vestuario que finalmente sólo puede ir a parar a un museo y que pocas personas se atreverían a utilizar en un contexto cotidiano.
La famosa dupla de ladrones de bancos de los años ’30 Bonnie Parker y Clyde Barrow jamás pensaría que hoy sería sinónimo de glamour. Una historia real llena de balas, peligro y amor inspiró a Arthur Penn a dirigir la cinta basada en la vida de estos forajidos en 1967, que en el cuerpo de Faye Dunaway y Warren Beatty se convertirían aun más en leyendas.
La década de los 80 cobijó el nacimiento de las supermodelos y también del grupo Duran Duran. En 2011, ambos se vuelven a reunir. "Silence doesn't mean that we are forgotten" (el silencio no significa que estemos olivados), sentencia Naomi Campbell en el ultimo video de la banda Duran Duran, lanzado ayer. La frase de Campbell cobra mucho sentido cuando vemos a cinco de las supermodelos más famosas de todos los tiempos y a una de las bandas más exitosas de los ochentas juntas en "Girl Panic!", el nombre de la última producción videográfica de los ingleses.
De acá hace un tiempo, me he sentido increiblemente lejana a aquellas it girls que las revistas de moda nos indica amar. Sienna Miller, Kate Bosworth e incluso Alexa Chung (quien me convenció durante un tiempo, pero que finalmente vi como lo que es, sólo una chica flaca más). Todo ese desfile de "íconos de la moda", son solo it girls. Chicas jóvenes y moldeables que presentan con dignidad el Zeitgeist de su tiempo. Fácilmente intercambiables en esta industria que siempre busca lo nuevo.