Corría mayo de 2020 y el chileno Juan Pablo Espínola se había convertido en uno de los 18 diseñadores alrededor del mundo en ganar un cupo en la ultra prestigiosa Universidad de Parsons de Nueva York. Pero el altísimo costo de esos estudios le impidieron poder tomar la oportunidad, aunque con el tiempo y gracias a su talento -el que pudimos comprobar bajo su marca Espinola en el desfile Cosmos de Epson x VisteLaCalle en 2019-, este año partiría nada menos que a la cuna formativa de Martin Margiela, Dries Van Noten y Ann Demeleumeester, entre otros: la Royal Academy of Fine Arts de Antwerp en Bélgica. Ubicada entre el selecto grupo de los mejores establecimientos de diseño del mundo, la Royal Academy es el lugar donde hoy Juan Pablo cursa el Fashion MA (Masters of Arts) a mucho esfuerzo (incluso tiene un Patreon para conseguir auspicios), recibiendo un entrenamiento increíble y análisis de su director Walter Van Beirendonck, parte de los míticos Antwerp Six, quien en su primera evaluación le dijo “tienes mucha proyección”. Aquí Juan Pablo nos cuenta más y muestra lo que ha logrado realizar en estos primeros meses de trabajo, con pandemia y todo.
“Tenía claro que posterior a mis estudios oficiales de Arquitecto quería especializarme en moda. Llevaba una carrera autodidacta, que me ha permitido hacer bastantes cosas en mi país, pero tenía claro que, para intentar acceder a un contexto de diseño de moda internacional, tenía que estudiarlo formalmente.
Estar en la Royal Academy of Fine Arts Antwerp es un sueño hecho realidad, probablemente uno de mis mayores logros. Viniendo de tan lejos, en un contexto mundial que todo es el doble de complicado por la pandemia y después de haber ahorrado un montón, poder estar acá es algo que agradezco. Desde un principio me atrajo la academia: es una cuna de lo mejor del diseño de moda actualmente. Al estudiar los diseñadores que me gustaban, descubría que casi todos habían salido del mismo lugar, por lo que simplemente tenía “hambre” de estar allí”.
-¿Qué representa para ti como diseñador chileno salir al mundo y explorar estos lugares clásicos de la moda?
Primero que todo, estoy super agradecido de todas estas oportunidades que he podido tomar y esto es un privilegio. Creo que después de mis compañeros chinos soy la persona que viene de más lejos del mundo a estudiar moda. No deja de ser raro; a veces me pregunto si está bien que esté acá. Pero el entusiasmo de cada tarea o desafío que la academia te coloca, su malla académica y poder interactuar con gente relacionada al mundo de la moda -que probablemente jamás hubiera podido conectar en Chile-, es algo que me da energía para poder seguir estudiando.
-¿Cómo ha sido la vida en Amberes en este tiempo?¿Qué es lo que más extrañas aparte de tu familia?
Me siento bastante contento aquí; tengo un círculo de amigos que me quieren y me he podido desenvolver bien. También es interesante ponerse en una situación donde no conoces a nadie y tienes que resolver tus propios problemas, solo; ha sido un desafío. Definitivamente, lo que más extraño es la comida casera, me encanta comer.
-¿Cómo es el perfil de los estudiantes que has podido conocer en la Royal Academy?
Definitivamente, es un gran lugar para desarrollar tu creatividad y poder sobrepasar los límites de lo académicamente posible. Esta escuela es una de las más antiguas de Europa, se fundó en 1663. Vincent Van Gogh pisó sus aulas como también Martin Margiela, por lo que el perfil de los estudiantes que son aceptados acá es claramente de altísima creatividad y gente que tiene un punto de vista claro en el mundo del arte.
Me atrevería a decir, incluso, que no es tan importante (aunque sí lo es) la destreza técnica, como lo es tener una voz propia, un punto de vista claro, ya sea en el diseño, como también en buscar las soluciones creativas para que tu diseño sea creado. Acá no se incentiva “el tener que comprar todo”; si necesitan una tela y no la tienes, créala con materiales reciclados; si necesitas tal alambre, puedes comprarlo en la tienda de moda pero también en una chaqueta usada lo puedes obtener o ir a la ferretería. Es sobre pensar creativamente y en términos coloquiales, “arreglárselas”, cosa que a mí me encanta.
La mayoría de los estudiantes ha estudiado previamente algo relacionado como moda, diseño, arte, etc. y se nota con el rigor que presentan y actúan: una cosa es ser aceptado en la Academia y otra es mantenerse. En el primer año entran 60 alumnos pero al cuarto año se gradúan cuatro o cinco. En mi curso, ya más de la mitad se ha ido; es bien intenso. También me atrevería a decir que es una de las escuelas más accesibles para latinos en términos económicos. Estudiar en NY creo que es una locura comparada con esta escuela y se fomenta el trabajo estudiantil.
-¿Cómo ha sido exponer tu trabajo frente a Walter Van Beirendonck? ¡Cuéntanos tu experiencia!
Es algo totalmente nuevo e intenso pero se aprecia un montón y estoy seguro que será algo que se recuerde en el futuro. Walter Van Beirendonck es un orgullo para esta ciudad y que un chileno pueda presentarle su trabajo es algo que no escapa de ser toda una odisea, lo que agradezco mucho. Además, este es el último año en que Walter estará en la Academia, por lo que estamos todos expectantes sobre quién será la nueva persona que dirigirá esta escuela.
-Aún estamos viviendo el mundo en pandemia y en algunos lugares ya empiezan a dejar de contar infectados o usar mascarilla. ¿Cómo se vive eso en Bélgica?
Llegamos a restricciones en que todo cierra a las 11:00 de la noche y para cualquier actividad dentro de espacios cerrados te exigen el pase de movilidad europeo, yo me tuve que vacunar acá. Los centros nocturnos todavía no pueden abrir y tengo clases teóricas online. Todo lo práctico es presencial. Creo que la pandemia se ha administrado bien en este país y puedo decir que, para estudiantes internacionales como yo, se han abierto todas las facilidades como para poder vacunarte y seguir un esquema europeo de vacunación.
-¿Has podido conocer a otros diseñadores o personas que admires por esos lados?
Me ha sorprendido cómo Amberes, siendo una ciudad tan pequeña, está tan llena de diseño. He podido conocer a Walter Van Beirendonck y a Christian Wijnants, pero también he conocido gente que trabaja en los estudios de Raf Simons o Dries Van Noten que están acá o que trabajan directamente para Pieter Mulier, Glenn Martens, Rushemy Botter o Haider Ackermann, entre otros. Es muy estimulante estar acá.
-¿Cuáles son tus planes luego de la Royal Academy?
El estudiar en un lugar tan prestigioso como éste te permite establecer vínculos y redes que jamás podría establecer estando en Chile. Mis planes están dentro de ese punto de vista, poder insertarme como diseñador en un contexto de moda global.
-¿Qué le aconsejarías a un estudiante de Diseño que quiera irse a una universidad al extranjero?
Que termine lo que está estudiando; así de sencillo. Acá hay gente de todas las edades, por lo que el tiempo no es un apuro. Si no, ser artísticamente talentoso y tener rigor. Venir con algo que mostrar es mucho más interesante que venir sin tener experiencia. Lo siento si es triste, pero es así.
El Patreon de Espinola: Patreon.com/espinolajp.
