Quería un intermedio entre un zapato y una zapatilla. Algo cómodo, bonito, que se pudiera usar en cualquier época del año y combinar con una infinidad de atuendos. Y fue entonces que, en medio de la pandemia, a Marcela Crestá se le ocurrió hacer algo por ella misma. Y nació Cresta, su propia marca de calzados. “Fue una búsqueda personal, de mirar, de mirarme y decidir qué quería hacer con mi vida”, relata. Estudió en Buenos Aires y dice, “le dí la vuelta de rosca al típico zapato”.
Foto: Egoego @egoegocl
En su Instagram (cresta_cl) se ven numerosos diseños de zapatos que podrían definirse como un mocasín de planta alta, muchos en animal print, pero también dorados fortísimos y los más básicos como negros o blancos, pero con líneas de colores magnéticos. Uno de los llamativos son unos zapatos en planta y armazón naranjo, pero peludos. Espectaculares. Dentro de sus trabajos cuentan unos que le hizo especialmente a Colombina Parra y una colaboración con el artista @arakiri_cosmonauta y @andreadelahorrasastre.
En cuanto a las materialidades se encuentran en cuero, bastante del cual consigue de descarte en curtiembres de Chile y Argentina. Eso sí, en estos momentos se prepara para lanzar una línea de zapatos veganos. La sustentabilidad, afirma, llegó para quedarse, y Cresta va a estar ahí. Además está trabajando con un proveedor de plantas de colores, en base a reciclaje de caucho para ampliar aún más la gama de colores. Eso no es todo, porque pronto, anuncia, espera lanzar su colección de bototos.