Colores y sportswear, cultura pop y atrevimiento. Las propuestas del diseñador chileno Matías Hernán las reconocemos gracias a un sello que ha desarrollado a través de los años, el mismo que lo llevó a ganar la edición latinoamericana de Project Runway y que lo tiene vistiendo a las nuevas figuras de la música chilena. Ahora, Matías asume un desafío que si bien no es su debut en el área, lo tiene explorando otras vetas: el de la docencia con su curso de Fashion Collection: Step by Step en Escuela Brown.
-¿Cómo has visto tu evolución como diseñador en este tiempo? ¿Cuáles han sido las experiencias que más te han marcado como Diseñador en los últimos años?
A mi me pasa que siento que no avanzo mucho, pero siempre me llegan comentarios positivos con respecto a propuestas y decisiones. Este último tiempo he aprendido que la ansiedad o el apuro por sacar algo no ayuda mucho. Hay que tomarse su tiempo para que el proceso del diseño que quiero comunicar esté bien construido, una evolución de madurar eso y tener claro lo que quiero comunicar para que sea algo certero. Estoy muy contento también con la dirección que ha dado mi carrera en el aspecto de experimentar con tecnología y poder haberlo hecho estos años: corte láser, recuperación de materiales, integrar desarrollo en 3D y en general de desarrollar técnicas constructivas para ahorrar material.
-¿Cómo ves la moda chilena en la actualidad y cuáles son tus nuevos talentos preferidos?
Veo que la moda chilena en este momento está un poco callada. Si bien con todo lo que está pasando, el movimiento social y eso, hay gente que lo ha tomado como motor para comunicar desde ahí, se ha visto revolucionada la industria con nuevos talentos. No hay mucha consistencia tampoco. Todos cuando partimos pasamos por ello; buscamos un camino, tratamos de trabajar y vivir de eso, entonces lo comercial prima sobre la propuesta. Ahora, sí hay buenas sorpresas y uno de los nuevos diseñadores muy talentosos es Martín Lüttecke; me gusta lo que está comunicando, su desarrollo constructivo, técnicas y materiales. Es súper hype, una buena y muy cool manera de partir.
-Tu carrera ha incluido impartir workshops, dar a conocer tu experiencia de manera formal. ¿Qué significa para ti dar clases?
Efectivamente, he hecho workshops y dado charlas pero éste viene con un refresh, con el triple de información y una patita extra que tiene que ver con la percepción del cuerpo y el trabajo que tiene que ver con el movimiento así que será una experiencia súper interesante para los alumnos y para mí. Siempre uno cuando da clases aprende un montón; tiene un refresh, se acuerda de cosas que olvidó así que es súper motivador poder hablar de la experiencia e ir aprendiendo con los mismos alumnos. Para mí significa igual algo importante: tienes la oportunidad de comunicar tu visión, lo que tiene mucho peso. Saldrá mucha gente que de alguna forma replicará eso, reflexionará en lo que estamos trabajando. Es un proceso bastante profundo.
-Cuéntanos qué podemos esperar de tu curso Creación de Colección en Escuela Brown?
Será súper dinámico; el workshop como idea no es escuchar hablar a alguien tres horas. Creo que tiene que ser muy dinámico, así que crearé un ambiente bastante práctico; se entregará la información pero se va a generar una etapa de reflexión automática y desarrollo de propuestas a partir de lo que estamos analizando. Lo más importante es que haya cruce de contenidos para poder generar cosas nuevas. Si existirá una clase que particularmente será un quiebre dentro del taller: será una clase de movimiento, también impartida por mí ya que llevo cinco años bailando. Esto me ha cambiado la visión acerca de cómo diseñar, tener el cuerpo como soporte y cómo comunicar desde ahí también. Esa nueva visión que se puede obtener a partir de otro ámbito del arte puede ser un súper buen complemento para diseñar.
-Como un pequeñísimo adelanto de las reflexiones, ¿qué es según tú lo más difícil en el camino de idear una colección?
Lo más difícil en el camino de hacer una colección es ser coherente y que tu gusto personal no te gane sobre el mensaje que quieras comunicar. Porque si estamos hablando de la primavera y a mí me gustan los vampiros, es difícil hacer una primavera negra con calaveras, manchas rojas o crucifijos porque es mi gusto personal, por decirlo de alguna forma. El mensaje no debe verse opacado por tu gusto personal o tu necesidad y hambre de experimentar ciertas cosas.
Si bien empieza el proceso para diseñar y comunicar algo, muchas veces el proceso se ve entrampado porque no encontrai la tela, etc. Pero el principal tropiezo es que los mismo diseñadores nos dejamos cegar por nuestro gusto personal. Si bien el sello del diseñador debe notarse en la colección, es lo más difícil cuando deben comunicar algo de la temporada.
El curso Fashion Collection de Matías en Escuela Brown parte este 5 de marzo. Para más información, revisa el Instagram @escuelabrown.
Fotos: @matias_hernan.