Fotos: @valpalavecino
Noah Blanco busca en la música un camino que le permita expresar todo tipo de reflexiones, las que van desde notas bailables con perspectiva junto a Yorka, melancolía con Dulce y Agraz y ahora lo que condensa su primer disco Nene, el cual apareció hace pocas semanas. “Siempre me sentí muy diferente; me empoderé de eso con el tiempo. Me acuerdo que Uds me sacaron unas fotos en Lastarria hace unos ocho años atrás”, nos cuenta el artista.
¿Cómo fue tu acercamiento a la música? ¿Es algo que te apasionaba desde chico?
La música ha estado conmigo desde que tengo memoria. En mi familia había mucha música y también hartos cruces culturales, desde lo que trae mi familia de Uruguay hasta mi familia en Chile que estuvo bien apegada al folklore del Norte del país. Aprendí a cantar con Mercedes Sosa y Victor Jara, también entendí que me gustaba la música que hablaba del colectivo y que traía ideas revolucionarias en el ambito social y entiendo la música como un canal de comunicación. En mi infancia y adolescencia fue mi único lugar seguro; usé la música para expresar poéticamente mis pensamientos. Terminando el liceo me vine de Antofagasta a Santiago y me gané una beca de talento para estudiar producción musical; me he sostenido en la industria desde entonces en diferentes espacios, tanto como tecnico en sonido, productor o artista.
-Desde una perspectiva estética, ¿cómo fue dar con tu identidad mientras crecías?
Entrando a la adolescencia, más que una perspectiva estética tenía una única urgencia: utilizar ropa ancha para disimular la figura de mi cuerpo. Empecé a fajar mi cuerpo a los 9 años, después de eso quizás algo de preferencias estéticas quedaban, pero nunca fui alguien que estuvo a la moda. Intenté pasar lo más piola posible, siempre me vestí de negro y cuando llegue a Santiago salí del negro absoluto. Conocí personas de la comunidad y seguí por la linea de lo andrógino, decidí que no me percibía como una mujer sin tener ningun tipo de educación sexual y menos entendimiento en el espectro de género no conforme. Siempre me sentí muy diferente; me empoderé de eso con el tiempo, me acuerdo que Uds me sacaron unas fotos en Lastarria hace unos ocho años atrás.
-Tu vida fue marcada por un hito que recorrió los medios. ¿Crees que desde la implementación de la nueva Ley de Identidad de Género el país ha avanzado hacia una mayor comprensión real de la diversidad?
No creo que sea la implementación de la ley lo que ha hecho que efectivamente haya más visibilidad y comprensión sobre la diversidad, han sido las mismas personas de la comunidad las que en colectivo han ganado terreno. La ley 21.120 fue descuartizada de todo rol de cuidado del estado para con la población trans; en algún momento fue un proyecto que incluía salud trans integral, cuidado y reconocimiento a la infancia trans, acompañamiento psicológico y un montón de cosas que seguimos necesitando. Hoy esta ley nos permirte cambiar nuestro nombre y sexo registral de nuestra identificación legal, pero no nos asegura nada: seguimos siendo discriminades, seguimos sin encontrar trabajo, sobretodo las personas que no tienen cispassing. Seguimos costeando tratamientos de manera particular cuyos costos son altísimos. Si yo pudiera gastar lo que he gastado en mi transición en producir mi música, podría estar a la par con mis colegas cis de la industría, tendría dos discos más o unos tres videoclips bien producidos.
-Hablemos de tu primer disco. ¿Cómo fue encontrar inspiración para las canciones, el estilo que tendría su arte y además tus imágenes promocionales?
La inspiración era yo, para ser más especifico, el yo que vivió en mi mente más que en mi cuerpo por muchos años. Noah siempre ha existido pero solo para mi; siempre me vi en mi mente, en mis sueños y fantasías con una corporalidad más acorde a mi identidad de género. Tenía otro nombre y no se me asignaba mujer, esa “fantasía” existía en mí desde la niñez, es por eso que el disco se llama NENE, que es como se le llama a les niñes en Uruguay, por eso el fondo también es negro, porque para mi representa un no lugar que es donde creció Noah. Las fotos promocionales son mucho más luminosas porque representan ese momento ya fuera de la mente, en este mundo, brillando y siendo yo mismo, percibido como Noah para les demás, haciendo lo que me gusta, descansando de este proceso y muy convencido de lo que se viene ahora.
-¿Tienes referentes estéticos? ¿Han ido cambiando mientras con el tiempo?
No tengo referentes fijos, me aburriría de inmediato y lo cambiaría constantemente, que es lo que hago. En realidad me gusta probar, hoy me siento muy cómodo por ejemplo con la linea “Fantasma” de Ceremonia, manufactura nacional de vestuario y colección que he estado usando para NENE, la cual tiene inspiraciones en el post punk y la ropa sin género. Tuve la oportunidad de usar un look hermoso para el lanzamiento del disco con una falda negra increíble. Poder ponerme una falda después de haber luchado tanto por sacarmela y usar pantalones fue toda una revelación a mi identidad, es ahí cuando te das cuenta que la ropa no te asigna género sino que lo importante es quien se pone la falda. Siempre me gustó cómo se lo tomaba David Bowie, la cantidad de versiones que hay de él, colaboraciones con artistas del vestuario increíbles desde la Bauhaus en adelante; me encantaría seguir colaborando y fluctuando en la estética constantemente.
-Canciones que hablan del uso correcto de pronombres, la lucha junto a tu mamá desde chico son algunas temáticas que vemos en tu disco. ¿Qué temáticas o conceptos podemos esperar de tu trabajo en un futuro cercano?
Me parece que ahora vamos a ir hablando de la presión en el mundo moderno, la presión de ser una persona trans en un lugar público, la de tener que ser productivo y los procesos creativos acelerados para mantener la atención del público; sentir que no puedes equivocarte, siento que NENE es la puerta de entrada a un montón de complejidades. Las personas trans sufrimos de algo constantemente y es que somos objetos de consulta solo por ser personas trans, pero a pocos les importa lo que hay detrás de ser una persona trans, lo que hace y le hace feliz a esa persona, sus pasiones y sueños. Me costó mucho que los medios entendieran que yo quiero hablar de música, después de ser la primera persona trans en Chile a nadie le importó mucho mi carrera y de hecho fue bastante perjudicial para mi. Me parece muy relevante ser una persona trans en una industria que hoy además esta al debe de representatividad trans en carteleras de festivales, por ejemplo. Voy a hablar de esto y vamos a hacer lo posible con mi equipa para abrir paso a más y más musiques trans, porque aunque las condiciones económicas y sociales seas desfavorables para poder sustentar los estandares de la industria, el poder del colectivo crece día a día y más cuando tenemos resultados tan hermosos como todo lo que ha pasado con este disco.