“La posibilidad de asistir nace de las gestiones de Porquetevistes, que en manos de Mariela ha generado una red de contactos en torno a la moda latinoamericana bastante importantes, personas a quienes pude conocer. Y esto permitió que yo fuese a participar de esta versión del MBFW Guatemala y pudiera representar a Chile”, nos cuenta el diseñador Paulo Méndez, una de las figuras del diseño nacional con mayor repercusión e irreverencia. Con la participación de su marca 2PM hace unos días, el creativo incorporó la protesta a través de diferentes guiños al movimiento social que vivimos en Chile, transformando su desfile en uno de los más potentes y alabados por la prensa y el público en esta versión del fashion week.
“La colección parte desde hace bastante tiempo, más de un año atrás. Luego de un par de años de introspección capturé ciertos conocimientos que me llevaron a visualizar la vida desde un punto de vista distinto, más positivo. Así genero una colección que tiene más color, reflejando esta forma de enfrentarse al mundo. En la primera presentación de esta colección, el enfoque principal era el amor; puede sonar un poco cliché, pero decidí que este desfile de Pasarela Valparaíso lo iba a dedicar a la gente que amo. Así que la colección en sí está llena de personas por las que siento amor. Por primera vez salí con mi madre al final, quien es la que confecciona todas las cosas; mi hermana de 19 años salió a caminar por la pasarela, mi ex pareja también desfiló, otra persona a la cual amo mucho y la última pasada de este desfile era de color lila en honor a una persona muy importante, que falleció hace unos meses: mi amiga artista Fabiola Altamirano, a quien le dediqué el final del desfile.
Frente a esta colección dedicada al amor, a este sentimiento de amor y de amar, y dadas las circunstancias en las cuales viajamos a Guatemala a representar a Chile, la opción más evidente era hacerse cargo de de la responsabilidad que tenemos como chilenos de apoyarnos, cuidarnos y protegernos, por lo que el mensaje y la misión era clara: visibilizar por lo que estamos pasando como país y puedo decir con mucha felicidad que se logró. No solo logramos un momento importante y emotivo dentro del segundo día de este evento, sino también logramos llegar a la gente; era increíble ver cómo personas de toda Latinoamérica se acercaban a saludar, a abrazar, a agradecer el momento que habían vivido y muchos de ellos ni siquiera tenían idea de lo que estaba pasando en Chile, así que muchos pedían disculpas y aseguraban que iban a informarse respecto al tema.
Creo que como dije en la entrevista anterior que se me hizo en VisteLaCalle, la pregunta del rol que cumplía la moda frente a la crisis social, mi respuesta fue la visibilización y teniendo la oportunidad de representar a mi país, lo mínimo que podía hacer es ser consecuente, independientemente de lo que significara esta acción porque hoy por hoy creo y se que no hay ningún motor más importante que el poder imaginarnos un mejor futuro para todos.
En esta presentación se generaron algunos gestos que permitían evidenciar algunas de las cosas por las que hemos estado pasando los últimos 30 días. Aparecen modelos con solo un ojo descubierto en representación de los heridos por balines, los cuales ya son alrededor de 280. Algunos enmascarados que representan a todos los que salen a protestar y que deben cubrir sus rostros y sus ojos de las bombas lacrimógenas. Y por último la bandera chilena llevada a negro, que no se si para todos representa lo mismo pero para mí es una bandera vacía, que hemos vaciado para juntos volver a decorar con nuevas formas, con nuevas energías, con mucha esperanza que podamos ser un mejor país, que podamos ser mejores personas, que podamos aprender a compartir, que practiquemos la empatía, el compañerismo. Es importante tomar este momento por el que estamos pasando para renovar conciencias, entender que hay que cuidar el planeta, que hay que cuidarnos entre nosotros. No solo los chilenos, sino también latinoamericanos y a nivel global. Somos todos personas, ninguno vale más que otro. Habiendo la cantidad de recursos que hay pero que están tan mal distribuidos, lo justo es que llegó el momento que esto cambie, por lógica.
Para concluir, puedo decir que lo que se hizo en Guatemala tuvo la mejor de las intenciones. Se que se logró, que llegamos a mucha gente, que visibilizamos una situación en un lugar donde por lo general no hay discursos de este tipo. Y eso ya implica un valor y quiere decir que en este punto no hay nada más importante que unirse para solucionar los problemas que estamos pasando. Le gente merece poder vivir dignamente, disfrutar de vivir; vinimos a vivir y esta forma que hemos hecho no es la correcta, nos desconecta: no solo de los animales y plantas, sino también de las otras personas. Eso es algo que ha hecho mucho daño, evidentemente”.
Fotos: NotSoBlonde Blog, Instagram @paulomendezatelier, Alejandro de León, Diario Centroamérica, Prensa Libre, Revista Amiga, @marcoignacio.o-
