Enterreno: Teletransportación al pasado de la moda en Chile

Enterreno: Teletransportación al pasado de la moda en Chile

Veraneantes lucen bellos modelos de la Belle Époque en Zapallar (1906). Archivo familia Carvallo

 

Por Andrea León P. @planetaleoncia

Si el rover Perseverance, que aterrizó en Marte en febrero pasado, hubiera ofrecido pasajes con estadía en un estupendo hotel con vista al universo, los cupos se habrían agotado en minutos. La mayoría de los terrícolas quiere huir de este planeta, sin embargo, no faltan los nostálgicos que coquetean con el pasado y la plataforma enterreno.com es ideal para ellos. 

A principios del siglo XX, los caballeros respetaban el uso del traje de tres piezas y el sombrero correspondiente. Zapallar (1906). Archivo familia Carvallo

La Belle Époque se desplegaba con todo su esplendor en Zapallar (1908). Las damas vestían diseños con cinturas ajustadas, sombrillas y grandes sombreros. Archivo familia Carvallo

Familia Selk’nam (1917). Para este pueblo originario la belleza era fundamental, ya que suponía una posición de privilegio y un indicador de salud.  Archivo Francisco Calaguala

 

Se trata de una “máquina del tiempo colaborativa”, como la describen sus creadores, con más de 85.000 fotografías del antiguo, aportadas por sus usuarios, que además están georreferenciadas para ubicar el lugar exacto donde se tomaron. Y en el ámbito de la , la página ofrece una valiosa oportunidad para revisar su evolución, considerando el contexto histórico, social, económico y cultural. 

Coche de pasajeros del ramal Talca-Constitución (1926). En plenos locos años 20, al parecer en Talca todavía no se introducía el garçonne con su corte de pelo recto, cejas perfiladas, ojos y labios oscurecidos y faldas acortadas hasta la rodilla. Si se observa la foto con detención, hay una pasajera dentro del coche que estaba más al tanto de dicha tendencia seductora…

Fiesta ofrecida por la actriz de radio, Ana María Toledo (a la izquierda), dueña del cabaret “La Viuda Negra”, uno de los primeros en Chile (1930). Estaba situado donde hoy funciona la estación de metro Manquehue. Foto aportada por su bisnieto Gonzalo Lastra

Acceder a este catálogo visual emociona e invita recorrer un Chile que ya no existe, con esos balnearios auténticos con sus eternos veranos, un irreconocible Santiago con aires parisinos y campestres y estaciones de tren que parecen locaciones cinematográficas. Los cambios, estilos y tendencias se reflejan en imágenes de vacaciones, fiestas, paseos y ceremonias. Enterreno nos muestra cómo se vivía y amaba en aquel país de las grandes alamedas.  

Con la misma curiosidad con que registramos un viejo baúl de los recuerdos, es posible encontrar fotos de principios del siglo XX, donde la Belle Époque se desplegaba con todo su esplendor en Zapallar. Al parecer las damas de la aristocracia chilena estaban muy al tanto de la moda parisina, luciendo vestidos con cinturas ajustadas (pero ya liberadas del dictador corsé), sombrillas y grandes sombreros. Solo les faltó invitar a los grandes modistos de la época, Charles Worth y Paul Poiret, a tomar un coñac con ellas en el litoral. 

El empresario, Jorge Yarur Banna (segundo de derecha a izquierda), compartiendo con sus amigos en la Playa Chica de Cartagena (1930). Autor: Familia Yarur

 

Pareja paseando por la Playa Las Torpederas de Valparaíso (1939). La austeridad era un sello de la moda en el Chile de ayer. Foto aportada por Francisca Farías

Mujer posa con su sencilla elegancia en la Playa de Constitución (1940). Archivo Francisco Calaguala

En esta línea de tiempo, notamos que la mayoría de las mujeres y hombres chilenos se vestían de manera sencilla, siempre tratando de sintonizar con las novedades del cine y las revistas. Chile era un país pobre, situado al fin del mundo, muy lejos de la influencia de las casas de Alta Costura europeas. 

El estallido de la Segunda Guerra Mundial puso un sello de austeridad, lo que implicó una ausencia de tendencias. Por otra parte, el fomento de la industria textil nacional dificultó la adquisición de telas, prendas y accesorios que llegaban del extranjero. Era un lujo que solo unos pocos se podían dar.  Entonces, pasar el día en las playas Las Torpederas de Valparaíso, Cartagena y Constitución o recorrer el Parque Forestal en bicicleta, era un gran acontecimiento donde unos labios rojos, un pañuelo, un sombrero, una corbata nueva, una cartera, un bonito peinado, una clásica blusa blanca o un delicado chaleco, lograban reflejar una elegancia modesta y honorable, sin estridencias. 

Paseo por el Parque Forestal (1940). La crisis global provocada por la Segunda Guerra Mundial impuso una austeridad que implicó la ausencia de tendencias.  Imagen proporcionada por María Armstrong

Eliana Ramos, de 21 años, frente al hotel Miramar de Viña del Mar durante su luna de miel (1946). Después de la guerra, la moda fue recuperando el ritmo. Imagen facilitada por su hijo César Carrasco

Elsa Hübner paseando en bicicleta por Viña del Mar con su hijo Jaime Latino (1949). Dos años antes, Christian Dior, había revolucionado las siluetas con su New Look. La Alta Costura se renovó y las mujeres recuperaron la ilusión de volver a vestirse de manera sofisticada. Foto proporcionada por Jorge Latino

Tal como expresó la esencial diseñadora, historiadora y escritora, Pía Montalva (@thinking_) en Revista Doble Espacio, “la ropa habla de la autobiografía, porque no camina sola por la calle, va con un cuerpo: ambos forman un conjunto que se mueve por el espacio público, y cada quien lo usa de manera distinta, según cómo se apropia de él. Hay códigos de comportamiento, percepciones de mundo, imaginarios”. Definitivamente, el archivo de Enterreno abre la puerta a esa dimensión de la moda de la que no queremos escapar nunca, aunque nos aseguren la mejor panorámica de las estrellas. 

Paseo Ahumada (1950). Archivo Esther Saavedra

Fiesta de graduación del Liceo de Río Bueno en la Región de Los Ríos (1957). Esta era la época de oro de la Alta Costura y en con las revistas se podían adquirir patrones para confeccionar vestidos. Llaman la atención la gran cantidad de tela utilizada en cada diseño de las estudiantes y la impecabilidad de los hombres.  Aporte de Felipe Fuica

Gabriela Mistral utiliza un vestido estampado con motivos florales. La acompaña Eduardo de Salterain Herrera, profesor y novelista uruguayo (años 50). Aporte de familia Puga Hamilton

Más información en www.enterreno.com y en @enterrenochile

Bar Los Siete Espejos, Valparaíso (1963). En ese momento, Los Beatles imponían el estilo mod con sus pantalones pitillo, sus gabardinas tipo Mac y sus Chelsea boots. Mientras, el puerto principal tenía sus propios códigos en la moda. Autor: Sergio Larraín.

Azafatas de la línea aérea nacional Ladeco visten uniformes con una sutil inspiración Space Age (1965). Aporte de Alejandra Rojo

Plaza de Armas de Santiago (1971). Autor: Michael Mauney para la revista estadounidense Life

Fiesta de graduación en el Sheraton de Santiago (1974) y la onda disco en la pista e indumentaria

Paseo Ahumada (1980). El gris, el café y el azul predominan en plena dictadura militar dando un aspecto sombrío. Foto proporcionada por Antonio Zagal. Autor: Peter Hirsch Reinshagen

Local de ropa americana en Valparaíso (1982). Primero surge como una opción para comprar ropa más barata en plena crisis económica. Luego estas tiendas se convierten en espacios para encontrar ropa de culto. Autor: José Guadarrama

La actriz Laura Pizarro camina por las calles de Valparaíso (1991). Retorno a la democracia.  Autor: Juan Carlos Zagal

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