Seguimos recopilando historias de marcas nacionales, diseñadores que siguen perseverando en un inestable mundo de la moda local y también mundial. Esta vez, hablamos con la creadora de coloridas propuestas llenas de vida y alegría: Aranxazu Llorente (@shop.aranxazullorente), quien nos cuenta cómo ha sido para ella mantener su tienda y trasladar esa energía al mundo online.
“Soy Licenciada en Artes Visuales con mención en Escultura y Fotografía y actualmente me dedico a crear prendas con arte, lo que es Aranxazu Llorente Colección. Esta propuesta nace a través de la creación de obras que están realizadas y dibujadas en formato digital, además de estudio análogo, con el propósito de reproducir más de una vez (y en cantidades limitadas), una obra. Mi marca surgió hace tres años atrás, cuando comencé interviniendo a mano alzada chaquetas de cuero, lo que gracias a eso se ha expandido en otros productos, tales como prendas de vestir, pañuelos, bolsos, entre otros.
Cada obra es totalmente de mi autoría y con ello, tiene una historia que contar: el cliente es partícipe de llevarse una obra de arte; es momento que la obra salga de la galería y las personas sean parte de ella. He hecho algunas colaboraciones, como crear una colección para el restaurant “Aquí está Coco”, también una parte de mis productos se encuentran en W Santiago y mi tienda oficial está ubicada en Casa La Candelaria, en Barrio Italia. Desde que abrí mi tienda física en agosto, no tardó mucho en llegar el estallido social en octubre y desde ahí, como emprendedora, se presentó el primer gran desafío: vivir una crisis dentro de una pyme. En un principio fue bastante desconcertante; muchas veces me pregunté si todo lo que estaba haciendo valía realmente la pena, pensamiento que fue bastante fugaz porque aun así, tenía la esperanza que iba a ser una buena oportunidad para las micro empresas nacionales, tener mayor visibilidad y oportunidad de poder (al fin) ser considerados, situación que fue poco a poco evolucionando y siendo vista frente a los ojos de los clientes que comenzaron a darle un poco más de valor al diseño de autor.
En el momento donde todo iba avanzando con un poco más de “calma”, jamás pensé que se presentaría algo como lo que estamos viviendo. Ha sido una situación difícil para todos, pero que de cierto modo, he logrado entender; la opción estaba entre reinventarse o rendirse, aunque la opción dos nunca estuvo tan latente. He apostado mucho por esta propuesta y tener la oportunidad de poder crear cosas y hacer feliz a las personas con mis diseños: ha sido un impulso bastante gratificante para estos tiempos. No niego que ha sido difícil, pero si una buena manera de poder enfrentarme hacia una crisis y crear estrategias de venta en momentos como éste.
Una vez escuché que las crisis eran cambios; tengo la certeza que para todas las pymes, en especial de moda, diseño, arte y confección, se viene un factor bastante positivo, y potenciado, ante los ojos de los consumidores. Con el impulso de las redes sociales provocadas por el necesario distanciamiento de las personas y como comenté en un principio que los intereses iban a cambiar, me hace ver que lo estamos logrando. A pesar de todo, mi inspiración sigue en pie. El encierro, como a todos, y la gran incertidumbre que nos tiene llenos de dudas sin respuestas, me hace pensar en todas las cosas que disfruté en algún momento. Mientras mantengo mi cabeza ocupada, al detenerme, nace una nueva creación. O típico, antes de dormir, y estoy en esa etapa que estás entre los pensamientos absurdos y nuevas ideas que al día siguiente pueden desaparecer, me levanto a crear nuevos bocetos y dibujar. A veces pienso que de los momentos tan difíciles como éste, la mente se encuentra en un estado mucho más sensible, que permite que la creatividad te sane”.
Fotos: Instagram oficial.
