Habíamos conocido a Alexandra Pizzuto cuando la entrevistamos en París el año pasado. La periodista de moda y Editora en Marie Claire France, entre otras publicaciones, nos contaba acerca de su experiencia en una de las ciudades más competitivas de la industria. Hoy nos topamos a Alex viviendo en Santiago, un periodo que se ha extendido por cierto tiempo y que la ha llevado a ser testigo de la revolución social de octubre y también de la cuarentena. Alex tiene además, una misión personal: saber más acerca de la moda local y latinoamericana y para ello, decidió lanzar un podcast llamado La Mode (@lamodepodcast), donde convoca a distintas personalidades que se relacionan con la moda y conversa con ellas.
“El podcast dedicado a los que hacen la moda en Chile y Latinoamérica. Diseñadores, editores, modelos, fotógrafos y también estilistas, asesores y emprendedores: todos están invitados a tomar este micrófono para contarnos su camino, sus éxitos o sus fracasos, para confiarnos sus procesos creativos y también para conversar de la industria de la moda en su país”. Así reza la bajada principal de este proyecto que tiene varios capítulos con invitados como Sebastián del Real, Guido Vera y Pamela Uribe, entre otros.
-¿Qué es lo que conocías sobre moda chilena y latinoamericana antes de comenzar tu podcast?
¡Absolutamente nada! O sea, muy poco. Llegué a Chile en marzo de 2018 y, siendo periodista
de moda de profesión, rápidamente quise saber cómo era la moda aquí. Vivía en el centro, al lado de la estación de metro Santa Lucía y pensé que el centro era el corazón, el pulmón de la
capital, como en las ciudades europeas. Caminé, caminé, caminé por las calles y no encontré
nada que me llamara la atención, excepto quizás las tiendas vintage de Lastarria. Finalmente, en Instagram descubrí tiendas de diseñadores independientes, como las del Drugstore en
Providencia. Las vendedoras deben haber pensado que estaba loca porque tomaba notas, en mi teléfono, de todos las marcas que encontraba interesantes, jajajaja. Y cuando volvía a casa,
miraba sus cuentas de Instagram y gracias al algoritmo que luego te da nuevas sugerencias,
descubrí después otras marcas y creadores. También fui a charlas abiertas al público como las de Fashion Revolution, que me enseñaron mucho. Y la verdad, VisteLaCalle fue la primera
página web que seguí en esos momentos: entendí que era una referencia auténtica para entender mejor a los actores de la moda local, pero también los gustos, la forma en la que las
personas se visten, en toda su diversidad.
-¿Cuál fue tu objetivo principal con La Mode?
Hay muchos, pero creo que lo inicié principalmente para entender y aprender más sobre la moda local y sus actores. Lo que siempre me gustó de mi trabajo es la posibilidad de conocer a gente nueva, hablar de su camino profesional y personal, hablar de sus éxitos pero también de sus fracasos, cuestionar su relación con la moda, con sus propias prendas, intercambiar ideas, opiniones sobre los aspectos socioculturales de esta industria, etc. Me encanta este tipo de conversaciones, las encuentran muy enriquecedoras. Sin embargo, con mi nivel de español siendo intermedio, no puedo realmente escribir a nivel “literario” para revistas aquí en
Chile. Por lo tanto, el podcast surgió rápidamente como la solución ideal para seguir practicando mi pasión e integrarme en mi nueva ciudad adoptiva. Especialmente porque los oyentes eligen en general escuchar un podcast por el nombre de sus invitados, por lo que tienen que decir, y no por su presentador, quien – yo creo -, debe permanecer en segundo plano. También, el podcast es un medio muy popular ahora, ¡y admito que han pasado meses desde que soñé con crear uno! Jajaja.
-¿Quiénes representan para ti los protagonistas ideales de tus capítulos?
Mmmmm, ¡buena pregunta! Creo que el invitado ideal es alguien que tiene algo que decir, que
tiene una reflexión detrás de su trabajo, ya sea diseñador, fotógrafo, personal shopper o fundador de una marca. Y hasta ahora, he tenido mucha suerte porque pude entrevistar a
protagonistas que tenían un punto de vista singular, un enfoque particular y finalmente algo que decir, que aportar a la moda de su país. De seguro si algún día entrevisto a alguien que me dice que eligió trabajar en moda porque, no se, lo encontró “bacán”, sería un poco aburrido,
¿cachai?
-Luego de varios episodios, ¿cómo has visto la moda nacional según las opiniones de tus
invitados?
Creo que todavía tengo mucho que aprender, pero por lo que entendí hasta ahora, la moda chilena finalmente está renaciendo desde hace poco años. Entendí que Chile, hace unas décadas, era un país con una fuerza de producción textil que hoy ha desaparecido, en gran medida a favor de las importaciones asiáticas y de las grandes marcas extranjeras de fast fashion. Este fenómeno estuvo acompañado, por un lado, de una forma de desvalorización de la artesanía local, del “hecho en Chile” y por otro lado, de una forma de fascinación por todo lo que podría llegar de afuera. Es algo que se destaca en casi todos los episodios del podcast y que muchos de mis invitados lamentan. Sin embargo, parece que hoy la moda chilena está viviendo un cambio de paradigma con diseñadores y marcas que quieren afirmar sus orígenes, sus habilidades, sus artesanías y crear ropa que tenga “sentido”, ya sea porque está hecho a mano o con respeto a los principios del desarrollo sostenible. También hay cosas que no esperaba, como por ejemplo, que la Semana de la Moda aquí fuese como un festival: solo tienes que pagar la tarifa de entrada para participar. También me sorprendió mucho la gran diversidad étnica en las pasarelas, que es mejor que en Europa, por ejemplo. En Francia, la
industria de la moda sigue siendo demasiado discriminadora.
-¿Quiénes han sido tus diseñadores chilenos favoritos hasta ahora?
Hay muchos, y probablemente voy a olvidar mencionar a algunos de ellos. La primera que noté fue María Cienfuegos; quería comprar una de sus camisas XXL cuando llegué a Chile. Gracias a los fashion shows organizados por VisteLaCalle, también pude conocer a diseñadores muy
geniales como Rodrigo Valenzuela, cuya colección cósmica me recordó un poco al Ghesquière de la era Balenciaga. Respecto a los diseñadores jóvenes, me encantó el show queer de Coco
Alegría y la colección de Seis. Luego me llaman la atención diseñadores como Guido Vera pero
también marcas más “comerciales” digamos, como Ovando Store y Camille que ofrecen piezas
atemporales, fáciles de usar y hechas localmente. Y si un día tengo que casarme, definitivamente elegiré a Daniela Bustamante para hacer mi vestido de novia.
-¿Cómo ha sido para ti y el podcast vivir esta crisis y cuarentena en Chile?
Es cierto que no es un momento fácil, pero soy consciente de que soy muy privilegiada. Tengo un techo sobre mi cabeza, comida, buena salud todavía y, aunque mis ingresos han bajado, tengo ahorros que me permiten quedarme en casa, sin sentirme financieramente asfixiada. Con respecto al podcast, he querido seguir adelante y saber cómo los actores del sector de la moda atraviesan esta crisis, ya que la industria no es primera necesidad y por lo tanto está sufriendo consecuencias económicas tremendas. Así que seguí grabando nuevos episodios, gracias a
herramientas en línea como Zencaster, ¡pero especialmente gracias a los invitados que confiaron en mí aunque nunca nos habíamos conocido antes! Sin embargo, nada supera un encuentro “real”. Por teléfono, falta un poco lo que contribuye a crear una atmósfera favorable para una conversación entre dos personas: las expresiones faciales, las sonrisas, los gestos de mano, la “onda” que hay entre dos, especialmente cuando no hablan el mismo idioma materno. La peor parte fue cuando un día hubo un problema técnico con uno de mis invitados; estaba avergonzada pero él fue muy amable y comprensivo. Así que tengo ganas de hacer de nuevo entrevistas reales cuando todo esto se acabe. Mientras, quedémonos en casa y cuidémonos colectivamente.
Fotos: Instagram @fransoublette y @lamodepodcast.