Foto: NoliProvoste
De amor, de revolución y erotismo, de un mundo cyborg sin géneros; pero también de maternidad y desamor. De eso trata el nuevo disco de Camila Moreno titulado Rey y que se lanzó en todas las plataformas este jueves 19 de agosto a la medianoche. La artista repasó con VisteLaCalle la historia del disco y cómo fue vivir uno de los primeros conciertos en vivo que se realizó desde que comenzó la pandemia del Covid-19. Pero también habla de estética, de moda y sobre cómo los géneros han ido cayendo poco a poco.
Portada del disco x @noliprovoste
Fotos de @valpalavecino
Fue súper importante a todo nivel, emocionante, algo que no pude controlar mucho; ¡disfruté tanto la experiencia arriba del escenario! Hacía mucho frío pero la gente fue súper participativa, amable, cálida y entusiasta y eso me hizo sentir muy bien, a pesar del contexto: había que mantener el distanciamiento social y todo el tema. Siento que hicimos un súper buen show, yo estoy con banda nueva, entonces todo tiene también ese nervio, esa adrenalina.
Ha sido súper duro a nivel laboral. Triste ver el sector de la cultura cayéndose y que nadie hiciera nada. Estoy pensando en la danza, en el teatro, en la música, áreas que necesitan el escenario para existir. Ha habido una sensación de abandono. Me parece que hay una épica al volver al escenario, de esperanza, de poder torcerle la mano a estos tiempos tan difíciles y teniendo la sensación, mirando a los y las colegas, de que sí se está volviendo a tocar en vivo, sí se está moviendo la cosa. Y eso da harto entusiasmo.
– ¿La creación de tu disco nuevo fue en pandemia?
El 2019 partí haciendo este disco. El 70% de la composición fue durante el primer semestre del 2019 y post estallido social. Después la pandemia hizo, no sé si cambios, pero sí ayudó a aunar conceptualmente ciertas cosas que estaban ahí. Bueno, aparte de acomodar los plazos, una y otra vez por la pandemia.
– ¿De qué trata Rey, qué vamos a escuchar en él?
Rey es mi primer disco conceptual. Tiene 20 tracks que son espacios, escenas sonoras que van ligando las canciones. Es un disco que tiene que ver con el amor, con la revolución, el erotismo, pero a medida que avanza el disco hay oscuridad, desamor y maternidad y desaparición. Es una historia de amor entre una mujer cyborg y una mujer mutante, que transcurre en el siglo XXIII. Hay una historia de ciencia ficción paralela a la música o intrincada en la música. Es el disco más electrónico que he hecho, el disco más dentro del computador que he trabajado. También tiene harto pop pero también harta experimentación sonora, rock. Igual termina siendo un disco oscuro, por más que a mi me gustaría que la gente baile con algunas canciones, también va a ser inevitable que la gente se lleve las canciones a la reflexión y al mundo más introspectivo.
– ¿Cuál es el estilo y la estética del disco?
Lo desarrollé junto a Gowosa (@gowosa) a nivel estético. Ella es una mujer trans que viene del mundo de lo audiovisual y de la publicidad, también estudió Arte. Entonces tiene una estética que a mi me gusta mucho, que está más ligada a la moda bizarra, compartimos mucho nuestro amor por Arka, por la ciencia ficción y por este mundo que creamos juntas, que es un mundo que se influencia por muchas cosas, como Mad Max, Blade Runner y también súper inspirado en el cómic europeo. Finalmente hay surrealismo y harto rollo con el simbolismo. También varias cosas que recogimos de La historia sin fin de Michael Ende.
Tiene harto que ver con el scrap punk, que es una estética que se arma alrededor del escombro, de la ruina, como una modernidad en esa decadencia.
– Y hablemos de tu estética personal, ¿cómo te gusta vestirte, cómo expresas tu estilo e identidad en las prendas que usas?
Me gusta vestirme de distintas maneras. En la casa siempre voy a elegir algo cómodo y liviano. Pero cuando salgo me gusta la onda rockera, me gusta el pelo desordenado, que en la ropa se refleje misterio pero también elegancia. Igual siempre depende de las estaciones del año. En verano me gusta ese look liviano. En ese sentido he aprendido a amar el verano, porque nunca me ha gustado mucho. Pero a nivel de moda me gusta más la estética invernal, me encantan los abrigos de piel sintética, esos peludos, tengo uno azul, de animal print.
– ¿Alguna época de la moda que te guste más?
Me gusta mucho entre los 60′ y los 70′. De hecho, las chicas que son parte de la historia del disco, viajan a una época que es medio híbrida entre los 70′ y los 90′. A nivel de maquillaje prefiero los 80′, lo encuentro más jugado, más raro. Me encanta porque llegó todo el expresionismo. Cada época tiene lo suyo, pero los 2000 los encuentro horrible, ¡por qué nos hicieron usar pantalones a la cadera!
Jugar con el género es finalmente faltarle el respeto a los límites de lo que se supone que son las cosas. Desde el límite de dónde terminas tu, dónde empiezo yo, dónde empieza un hombre, una mujer, finalmente es darnos cuenta de que son construcciones culturales. Y eso es maravilloso, porque te abre muchas posibilidades también a nivel de pensamiento, de reflexión, espiritual. Justamente este disco tiene harto que ver con eso, con mover los límites de lo posible. Equis, una de las protagonistas, es una chica cyborg, que no tiene género. Abolir el género podría construir una sociedad más amorosa, donde no tengo que dar explicaciones de con quién me voy a acostar, sino que soy cyborg no más.
– ¿Pero crees que estamos hoy recorriendo un camino hacia allí?
Se está haciendo un camino que muchos, muches, tienen recorrido. Pero todavía sigue siendo algo a contracorriente, porque el status quo insiste en ese conservadurismo y finalmente lleva a la odiosidad. Todo lo contrario al desprejuicio, es un juicio sobre el otro, sobre la libertad. Sí creo que las generaciones nuevas lo tienen mucho más claro, me pasa con mis hermanos chicos que no es tema su identidad sexual y de género. Me parece súper sano, pero también me parece súper sano políticamente decir ‘oye yo soy gay, soy lesbiana, soy pansexual, soy trans’. Porque hoy día a la gente la siguen matando por eso.
– ¿Y cuánto aporta la visión desde la moda de estos cambios?
La moda tiene esa cosa maravillosa que es la vanguardia, que es llevar toda esta cosa teórica de la que estamos hablando a una expresión física y que finalmente es performática. Lo que plantea Judith Butler es que el género es performático, que significa que ‘me visto de hombre, me visto de mujer, de algo ambiguo’. Y ahí hay una cosa identitaria que es super bonita y la gracia de la moda es que siempre busca romper con lo que uno espera o con lo que uno se supone que debería ser o debería vestir.
Dirección creativa por @gowosa
Producción general por @j.torresr
Maquillaje por @ibarriaa y asistiéndole @lydiasabet
Idea original de vestuario @matiosale
Capa hecha por @aandreesoto
Asistentes de producción @barbaridad y @esponjafilms