Encontrar el propio camino a través de la moda es una labor que se han planteado muchos. En Chile, son diferentes los oficios que transitan esta vereda y el bordado es uno clásico que se ha consolidado como favorito, por lo menos para Fernanda Tobar. Inspirada por el minimalismo y el cuerpo femenino, Fernanda lanzó Min, su propia marca, con la que confecciona bolsos, poleras y otros detalles todos bordados con diseños únicos.
-¿Cómo empezaste a idear tu trabajo con los bordados y cómo nació Min?
Estudié Diseño de Vestuario y Textil; durante mi desarrollo en la carrera, fui experimentando con distintas técnicas para buscar una identidad que quería expresar a través del vestir. En ese proceso concluí que el minimalismo era lo que identificaba mi trabajo; siempre presenté propuestas desde el sentir que se pudiera entender. Durante mi último año quise experimentar con el bordado, a ver qué resultado podía lograr con él y desarrollé colecciones en donde pude usar esta técnica y el resultado fue bueno. Después de egresar, como pasatiempo seguí bordando y después de un tiempo se me ocurrió enmarcar mis bordados, pensé que podría venderlos y así surgió Min. Creé una cuenta en Instagram para publicarlos pero no me fue tan bien, así que empecé a hacer tote bags bordados y confeccionados por mi y ahora me encuentro desarrollando colecciones de vestuario bordado. En resumen, el origen de Min es el minimalismo, de hecho el mismo nombre viene del concepto MINimal. Mi propuesta es conceptual y la intención es expresar a través del trazo lineal el detalle de la sutileza en cada uno de mis diseños.
-El bordado es una técnica clásica que ha sido utilizada en distintos contextos. ¿Tienes alguna inspiración para tu trabajo, un objetivo o un estilo concreto que te identifique?
Mi principal inspiración, en un principio, es el cuerpo de la mujer. Lugares específicos como la espalda, las manos y la cara era lo que me hacía representarlos con simples trazos desde la sutileza y fragilidad. Incluso mi principal referente es Frederic Forest, que ilustra el cuerpo femenino en uno o dos trazos y es eso lo que quiero lograr con el bordado cada vez que confecciono una de mis piezas, lograr con el la sutileza del detalle y la continuidad lineal, espero siempre tener como resultado una expresión visualmente limpia y delicada. En cuento al estilo, durante mi desarrollo como marca me costó un tanto encontrar uno propio, pero una vez que empecé a desarrollar mis propias ilustraciones para luego bordarlas siento que mi marca ya tomó una identidad propia que se diferencia de otras. Es una marca que lleva poco tiempo y planeo seguir trabajando en ella para rescatar el diseño de autor, mi principal objetivo es que el público prefiera el trabajo hecho a mano, que lo valoren y que lleven una propuesta en ellos mismos que hable por si sola y que marque una diferencia.
-Dentro de este tiempo, ¿cuáles crees que han sido las principales dificultades de dar a conocer tu trabajo?
Creo que mi principal dificultad ha sido las preferencias del público a la hora de elegir retail sobre diseño local. Me sorprende cómo las personas se dejan llevar por los precios bajos y no piensan en la calidad, en el origen o en quienes y en que condiciones hicieron la prenda. En Chile el diseño independiente es poco valorado, las personas prefieren usar lo mismo de siempre y les da miedo optar por algo original y distinto. Es un problema y a la vez es lo que me motiva a seguir con esta marca.
-Si hablamos de tus diseños, ¿cuál fue el primero que ideaste y cuál es tu favorito?
Dentro de mi trabajo tengo tres tipos de productos: los marcos bordados, las tote bags y el vestuario que estoy desarrollando. El primero con el que comencé a trabajar fueron los marcos bordados, creo que siempre serán mis favoritos porque fueron los que dieron inicio a mi marca, es una cuestión más de apego sentimental, pero creo que en cuanto a gusto personal mi diseño favorito es el vestuario. Ahora último confeccioné una colección de poleras en donde bordé ilustraciones propias, de las que me inspiré a partir de una película. Todo lo que hago tiene un proceso creativo que explica mis referencias, todo tiene un por qué y es lo que quiero transmitir, Así que por eso mis poleras son mi diseño favorito, por el proceso que me llevó a ellas.
-En general, ¿cómo es el proceso típico de idear uno de los bordados?
Mi proceso creativo fue evolucionando con el tiempo. En un principio caí un poco en plasmar algo que ya existía y no me sentía cómoda con eso, así que rescaté el aprendizaje que tuve en mi carrera como diseñadora y tomo referencias como películas y música, elaboro mi moodboard, paleta de color y concepto que concluyen en ilustraciones, que son las que bordo al final. Por ejemplo, en mi último desarrollo creativo me inspiré en la película Her de Sipke Jonze, ocupando como referencia el soundtrack y la paleta de color. No solo ideo el bordado que haré, también va de la mano con el diseño de la prenda que llevará en él.
-¿Qué les dirías a quienes les gustaría aprender sobre la técnica pero aun no se atreven?
Toda técnica, no sólo el bordado, tiene su valor y su dificultad y para las personas que quieren intentarlo pero no se atreven les diría que solo lo hagan. Yo lo hice así, no tenia idea de como bordar, incluso lo hacia pésimo pero es solo cuestión de constancia y práctica, si no sale bien a la primera no importa, quizás a la segunda salga mejor y con la tercera sientan satisfacción. Que la frustración no sea un obstáculo, sino un aprendizaje.