Blusas con estampados y motivos clásicos, que se llevan con jeans cómodos; chaquetas, pantalones y hasta botas personalizadas. Así vemos el imaginario de la marca chilena Coca Moya a primera vista, uno que se sostiene además en los principios de slow fashion. Y su creadora, Constanza Moya junto a su equipo, son los protagonistas de nuestra sección semanal, donde conocemos historias de moda chilenas que se mueven entre los esfuerzos y una eterna cuarentena.
“Somos un estudio de moda sostenible «slow fashion» creado en el 2015, como una reacción a la velocidad imprudente de la industria de la moda y al uso indiscriminado de los recursos naturales de nuestro planeta. El comercio justo y la utilización de fibra reciclada, lo cual lentifica el impacto medioambiental, es un pilar fundamental en nuestra labor como diseñadores. Coca Moya cree en un enfoque de diseño detallado y personalizado, presentando su trabajo «artesanal» a través de una paleta rupturista y atemporal. Prendas reutilizadas, pintadas a mano con diseños únicos son el nuevo concepto que como marca queremos entregar a nuestro público.
Desde que inició la pandemia en Chile, nos hemos tenido que readaptar en cuánto a la organización y materia prima, ya que al ser una marca que se dedica a la reutilización de prendas, en un momento nos afectó el no poder adquirirlas porque nuestros proveedores no están con atención al cliente en Concepción, ciudad donde nos desarrollamos. Y esto nos llevó a evolucionar en cuanto a nuevas ideas creativas, formas de trabajo, y nos está resultando favorable como marca.
A pesar de toda la situación que estamos viviendo a nivel país y como sociedad, creemos fielmente que la creatividad aumenta en tiempos como éstos. Esta crisis nos permite darnos el tiempo de reinventarnos, conectarnos aún más con el crear, pintar en nuestro taller, oficio que nos apasiona y ¡amamos tanto!. Para Coca Moya, generar nuevas ideas en tiempos de COVID-19 está siendo todo un desafío, sobre todo porque no somos un producto de primera necesidad y sabemos que las personas no pueden salir de sus casas. En algún momento creímos que era innecesario seguir en el rubro de la moda, y no fue así. Por ejemplo, el cierre de los malls nos favoreció porque estamos generando más ventas y a raíz de esto, sumamos más personas a nuestro equipo, y lo celebramos porque generar trabajo para otros siendo una marca en desarrollo y local nos llena de satisfacción y orgullo para seguir trabajando en lo que amamos”.
