Andrea y Jazmín
Por Luna Rojas Sandretti (@lunarojassss)
Jazmín Basáez y Andrea Pasache (@cocovideos86), las fundadoras de Ponte en Onda (@ponteenonda.cl), han convertido su pasión por la moda sostenible en una tienda que educa y empodera a sus compradores. Originarias de El Blanquillo, en Zapallar, estas emprendedoras han sido testigos de los efectos del cambio climático en su región, lo que las motivó a abrir una tienda con un propósito claro: educar sobre la importancia del medio ambiente y el valor de la compra de ropa de segunda mano para contribuir a un futuro ecofriendly. Con su compromiso y estilo, están cambiando la narrativa en la industria, promoviendo la creatividad, la conciencia ambiental y la moda con un propósito. Ponte en Onda es mucho más que una tienda, es un faro de inspiración hacia un futuro más verde y consciente.
-¿Por qué se centraron en la moda sostenible para abrir Ponte en Onda?
Sabíamos que la producción de carne industrializada era el sector más contaminante del planeta, pero no que la segunda era la industria de la moda. En ese momento tuvimos una especie de “despertar”, lo que nos inspiró a adentrarnos en el tema de la moda circular y aprender sobre prácticas sostenibles, con el objetivo de educar a quienes quizá no estén al tanto de eso. Creamos Ponte en Onda como una plataforma y tienda que educa a sus
compradores sobre el impacto de la moda sostenible en el mundo, a medida que nos educamos a nosotras mismas. Al día de hoy contamos con una página web para vender las prendas y también con algunos eventos showroom.
-¿Cómo seleccionan las prendas que venden en su tienda?
Seleccionamos las prendas de acuerdo a nuestro estilo personal. Todas. A medida que comenzamos a vender ropa usada, descubrimos lo que nos gusta y aprendimos a expresar nuestras personalidades a través de la moda. Aun así, nuestro criterio va cambiando cada cierto tiempo porque nosotras mismas vamos evolucionando a nivel mental, espiritual… Entonces, lo que quizá me gustaba hace dos meses atrás, hoy ya no. Los viajes que hacemos también tienen mucho que ver. Nos inspiramos mucho en la moda europea.
-¿Tienen algún requisito a la hora de adquirir estas prendas?
Un requisito esencial es que la ropa sea vintage, con más de 20 años de antigüedad, alta calidad y un origen específico, como Estados Unidos o Europa. Nos esforzamos por ofrecer prendas que sean duraderas y satisfagan a la gente que las compra para que se sientan seguros con sus outfits.
-¿Cuáles son los beneficios de comprar ropa de segunda mano desde una perspectiva de sostenibilidad?
El impacto ambiental. Comprando ropa de segunda mano, disminuyes mucho la contaminación que produce la industria de la moda. Por otro lado, al comprar una prenda de calidad y que ya ha durado, por ejemplo, 20 años, estás invirtiendo en una prenda que perdurará en el tiempo. Puedes disfrutarla durante mucho tiempo sin tener que gastar constantemente en prendas desechables más trendy que amigables con el medio ambiente. Si podemos extender la vida útil de una prenda a través de múltiples usos, contribuimos a reducir nuestra huella de carbono. Nuestro valor fundamental radica en concienciar a las personas sobre eso. Si le das una segunda vida a la ropa, estás ayudando a cambiar el mundo.
-¿Qué consejos darías a alguien que quiere empezar a comprar ropa de segunda mano?
Nuestro consejo es que se atrevan. Comprar ropa de segunda mano es súper divertido, porque abre a tu mente a crear cosas diferentes. Uno deja volar la creatividad. No estás yendo a una tienda donde está todo el look preparado, sino que aquí tú creas lo que te gusta y armas tus outfits según lo que a ti te parezca más lindo. A esto se le suma atreverse a jugar con los colores, mezclar estilos y texturas… ¡Eso es muy entretenido! Eleva tu creatividad a otro nivel. Otra cosa es el tema del amor propio y de sentirse bien con uno mismo. Al final, eso te lleva a querer vestirte diferente: no están esperando la aprobación de nadie, solo gustarte a ti.
-¿Cuáles son sus métodos para promover la moda sostenible en su comunidad?
Ya sea en redes sociales o presencialmente en los showroom, siempre estamos educando con mensajes positivos y eco friendly sobre la amenaza que representa el fast fashion y los beneficios de la moda sostenible y/o circular. Sin embargo, nuestro método principal es tener una línea realmente coherente con eso. No se trata solamente de vender ropa usada, sino de incorporarla en nuestro propio vestuario y reflejar el estilo que promovemos en la tienda. Ser
dueñas y rostro de nuestra marca implica compartir nuestro estilo de vida cercano al medioambiente que busca incentivar a todos a atreverse a llevar prendas diferentes.
Fotos: ponteenonda.cl, Jazmín Basaez.