A menudo, los jugadores de fútbol son los que se ven deslumbrados por las marcas de lujo y comienzan a llevar estilos exagerados, centrados en accesorios y muchos cambios de imagen. Sin embargo, el basketball también se ha visto seducido por este glamour neo barroco y no son pocos los jugadores que apuestan también por ello. Pero Serge Ibaka va aun más allá y se transformó en asiduo a Paris Fashion Week.
El jugador del equipo Toronto Raptor, ganador del NBA Champion, siempre ha gustado de llevar impecables atuendos que en su mayoría pertenecen a diseñadores que no son necesariamente los más clásicos para el mundo deportivo; en vez de Emporio Armani, Ibaka lleva nada menos que Thom Browne. Valentino, Chanel y diseñadores de streetwear como Heron Preston y LV x Virgil Abloh son otras de las casas que el jugador explora, una decisión que lo ha llevado a aparecer consistentemente en las páginas de Vogue y en su sitio web, donde lo destacan como uno de los hombres más atrevidos de la actualidad.
Pero este rebelde del basketball también ha logrado algo impensado: aparecer en la lista de mejor vestidos del 2019 de Vanity Fair, una lista que pocos han logrado integrar. Allí se erige entre Diane Keaton, Zoe Kravitz y Zendaya como el grupo de Virtuosos, personas que son capaces de ir más allá de las tendencias y mantener su propio sello. Y lo mejor es que plasma justamente todo lo que conocemos como estereotipo del look deportivo con plata: “odio la ropa que lleva grandes logos solo para demostrar que tienes dinero y puedes comprarla”.
Fotos: Vogue, Vanity Fair, Zimbio.