Hay todo tipo de historias en el cine, pero aquellas que incluyen subculturas, estilos e historias extraterrestres parecen ser más atractivas visualmente. Así lo comprobamos con Liquid Sky (1983), una película ochentera que no solo muestra cómo era la bohemia vanguardista de la era en Nueva York, sino también toda una intriga en torno a un platillo volador que se queda cerca de un departamento donde vive la protagonista, Margaret, cuya actriz Anne Carlisle también resulta ser el protagonista, Jimmy.
Además de una estética increíble y un adelantado estilo andrógino que va más allá con el dato de la actriz que interpreta a un hombre y también a una mujer, Liquid Sky encierra una trama siniestra en forma de un estilo de vida alternativo. Aquí Margaret sufre una serie de acosos y abusos por parte de los hombres que encuentra en su vida, pero ahí justamente es cuando el platillo volador que ronda por su departamento se manifiesta. No queremos adelantar mucho pero ella va de víctima a vengadora al más puro estilo Ms. 45 -otra película de la que ya hablaremos-, pero en vez de una pistola son rayos especiales los que la ayudan.
Y Jimmy, siempre impecable con aires dandy, también rodea el mundo de Margaret y ambos parecen ser perfectos para consagrarse como nuevos modelos para la revista under más it, Midnight, la que acuerda hacer una sesión de fotos nocturna en la azotea del edificio de Margaret, uno de los momentos también destacados de la cinta, donde el estilo Edo Bertoglio predomina en la sesión. Aunque su banda sonora sea un poco molesta a ratos y la historia se vea mecánica en algunas situaciones, Liquid Sky es sin lugar a dudas una cinta de culto que vale la pena revisar.
Fotos: @martiriosway.