A mediados de los años ’50, la moda italiana instalaba en su inconsciente a varias marcas gracias a jóvenes talentos que ayudaron a establecer una original industria. Roberto Capucci y Emilio Pucci se unieron a Gucci, mientras en 1954 apareció la marca que revolucionó los tejidos con una frescura y atrevimiento único: Missoni. Fundada por Ottavio y su esposa Rosita -quien falleció a los 93 años el 02 de enero-, Missoni reinterpretó los trajes de dos piezas, vestidos y estampados tejidos con ayuda de modernos estilos, reinterpretación de los años ’20 y ’30 y hasta fashion shows realizados en piscinas.
Debutó en desfiles en París y Milán hacia los años ’60 pero fueron revistas como Vogue Italia, Paris, Ariana y Panorama las que destacaron en sus páginas su vanguardista sello. Rayas horizontales, líneas y patrones de lúrex se mexclaron con creativos estilos que fueron ideados por Rosita hasta 1997, cuando su hija Angela tomó control de la compañía y luego sería su nieta Margherita la mejor embajadora de la cada italiana. Pero en los años ’60, Missoni emergió con fuerza gracias al ojo de Anna Piaggi, quien en esos años se desempeñaba como editora y estilista de Vogue Italia y otras revistas y a menudo trabajaba con prendas de la famosa marca de tejidos.
Con el lanzamiento de Missoni, los tejidos y trajes confeccionados con la técnica fueron revitalizados mucho después que la propia Coco Chanel los llevara a terrenos de Alta Costura hacia mediados de los años ’20. Se conviertieron en prendas de noche, en acompañantes para la playa y en trajes atrevidos de transparencia, como nos muestra el archivo de la casa que está disponible en su propio sitio web. Ahora forma parte de la era dorada vintage de la ropa italiana, y un legado que Rosita dejó con cariño inmerso en una familia de peso para la historia de la moda.
Fotos: Domus, Archivo Missoni.