“Mi nombre es Felipe, estudié actuación en la Universidad de Playa Ancha en Valparaíso. Luego me fui a Santiago, me metí al mundo del Cine y del Diseño de Vestuario que me gustó y partí como diseñador meritorio hace siete/ocho años en la serie Prófugos. De ahí empecé a trabajar mucho más: como Primer Asistente en Neruda, Una mujer fantástica, también en La Cordillera que es una producción argentina, donde pude asistir a Sonia Grande, la vestuarista que trabaja con Woody Allen y Almodóvar y de ahí he hecho el co diseño de Tarde para morir joven. En Lina de Lima hice el Diseño y se iba a estrenar poco antes del Coronavirus, Ema, Nadie sabe que estoy aquí y otras producciones que aun no ven la luz”. Desde México así nos cuenta el chileno Felipe Criado acerca de su experiencia en el diseño de vestuario de diferentes producciones, siendo Ema el punto de inicio que nos llevó a contactarlo. Como una potente cinta donde la música y el estilo forman parte importante de sus protagonistas -especialmente Mariana DiGirólamo-, Ema forma parte de as cintas que recientemente fueron liberadas en el sitio web Ondamedia.cl y así accedimos a verla, quedando completamente encantados con la estética que complementa la original historia de Pablo Larraín.
Felipe también ha trabajado en series como El hombre de tu vida, otras producciones para Globo Brasil y en el piloto de Los Spookys para HBO, donde también fue actor. Y si hablamos de videoclips ha aportado con el vestuario para historias visuales junto a Drefquila, Me llamo Sebastián y Pedro Piedra entre otros.
-Ema y sus amigas representan un núcleo poderoso y llamativo. ¿Cómo fue tu aproximación inicial para el estilo de ellas?
Trabajamos con Muriel Parra muy a la par. Fuimos perfilando con el actor, mirando el cuerpo, los rasgos, qué se le hará en el pelo para ver los personajes. En las amigas de Ema hay un cruce de información muy grande que va desde lo biográfico hasta el gusto personal, la investigación, lo que le va gustando al Director, al actor, etc. Instagram fue para nosotros una pieza clave para entender algunos mundos; buscar bailarines, estilos, el reggeatón y abrir la mente para ver qué es lo que está más pasado a moda y no a realidad para lograr lo que tu quieres. Hicimos más de una prueba con un volumen de vestuario muy grande con el Director y la Directora de Arte presentes. Si bien yo vengo del teatro, tengo amigos bailarines y habiendo visto estos looks, la biografía me permitió componer esto. A los 19 años vivía en Valparaíso, no tenía ni un peso pero quería tener estilo propio. Iba a la feria, compraba algo de 100 pesos y lo desarmaba, lo pintaba, lo cortaba, me lo ponía más arriba, más abajo, con una capa encima. O sea, desde la biografía fuimos construyendo y también revisando Instagram o algunas otras redes de gente conocida, “acuérdate cómo se viste tal persona”, viendo el look de gente en fiestas, indagando en la realidad. También había un desafío, la lectura de estos personajes que a pesar de estar en Valparaíso pudieran proyectar identificación con gente que está en Berlín, en México, en Argentina, lo que llevó a estereotipar un poco a cada uno: la rockera, la reggeatonera, la que se compra la ropa más nueva, la más romántica que usa vuelitos, ahí fuimos armando este núcleo de looks y también armar los bailarines, amigos. Fue muy entretenido porque tratamos de ingresar a este mundo sin tanto miedo, sin tanto prejuicio.
Para mi es importante partir con la pregunta ¿dónde se compraría la ropa tal personaje? Es como un ejercicio para la vida. Cuando vas en la calle te preguntas lo mismo al ver a alguien. Ver revistas, ropa usada, te puedes imaginar todo. Para construir lo que queríamos empezamos nuestra búsqueda en ropa usada. Allí aparecen esas pequeñas joyitas, prendas que te van sugiriendo algo. Íbamos a la feria, a Bandera, a la tienda I love reciclage, donde Andrea siempre tiene prendas lindas, entonces recorrimos también tiendas de diseño reciclado, otras las mandamos a confeccionar como los petos. Se hicieron con telas que encontramos, tops cortitos con mangas largas, lo que nos llevó a crear un mix de prendas raras y simples, equilibrando los percheros, echando mano a lo que en instinto y con el primer ejercicio te sugieren. Por ejemplo, el personaje de Perla (Josefina Fiebelkorn) te diría que tiene un look casi completo de tienda, pero es porque su personaje es así, no como Ema. Vamos armando un volumen de todas partes para combinar y crear.
-En general, ¿cómo es el proceso de idear el vestuario de una película para ti, desde que te indican más acerca de los personajes hasta que comienzan las grabaciones?
El vestuario tiene dos líneas productivas para mi gusto: lo que haces teórico, donde va el guión, reunión con Director/a, encargado de Arte, construir el imaginario, Con eso armas tus propuestas y se las presentas al Director, le explicas por qué piensas que es así y eso es lo tangible. Llegan las pruebas de vestuario, “foteas” los looks y te quedas con un grupo de fotos para hacer el trabajo posterior. Tomar el guión, asignar días de historias al personaje. Por ejemplo, el personaje de Andrea está solamente en dos días de historia entonces tiene solo dos cambios de vestuario, asignándole el look a cada día de la historia. Luego de las reuniones empiezas a llenarte de imágenes, te preguntas dónde compraría su ropa, qué colores usaría, cuánto mide la actriz, qué colores o cortes le funcionaría y empiezas a investigar a cada personaje y después sales a buscar las prendas a la calle con pinzas lo que quieres; la prenda que habla que no es simple, no compras como cuando vas al supermercado sino viendo los botones, las telas, pensando en que se puede cambiar el botón, etc. Así llegamos a una prueba de vestuario y en los talleres hay una costurera aliada que nos ayuda. En nuestro caso en Ema fue la Marcela Ibauer quien nos ha acompañado en varias producciones. Con ella conversamos, cortamos, lo tomamos y crea la nueva prenda. Uno entra a varias dinámicas para llegar al vestuario y la filmación. Ahí todo puede cambiar y eso cambia todo tu co relato de vestuario in situ, así que es un proceso sin fin. Te levantas y te acuestas pensando qué ponerle y qué no, hasta que termina el rodaje de la película.
-¿Cuál ha sido hasta el momento tu trabajo favorito?
Tengo hasta el momento tres trabajos favoritos: Uno es Ema, porque el vestuario es mucho más contingente, joven, la danza, el vestir urbano, la onda. Para mi es uno de mis favoritos por la música y siento que en Chile no se abrían a estos lenguajes tan modernos aun, así que fue un gran desafío. Hay otro película que se llama Distancia de Rescate que aun no se estrena y que también ha sido uno de mis favoritos porque me permitió confeccionar mucho; pensar la prenda y hacerla, lo que generaba harta expectativa propia y del equipo. Era una película muy bonita, muy femenina y debía lograr eso. Y también Nadie sabe que estoy aquí fue un gran desafío porque tuvimos que confeccionar el vestuario del personaje principal, Jorge García -el actor de Lost-, ya que tiene un tamaño más grande que el de las tallas que circulan para comprar. Tuvimos que hacer todo el trabajo para llegar a su look y la historia es muy bonita, tiene un rollo mágico, con flashbacks así que fue una linda experiencia.
En este momento m encuentro en México, me vine por un tema laboral de mi marido. Trabajo en una serie de HBO llamada Los Spookys, pero voy para el segundo mes de cuarentena. Algo que no paro de hacer es mirar imágenes, redes sociales, moda, Pinterest, series. Soy de los que se ve una serie en dos días y estoy ayudando a levantar una carpeta de arte para una serie. También dibujo, eso me mantiene ocupado; prendas, personas. Creo que es importante aprender de todo un poco. Todos los días me levanto queriendo hacer algo distinto. No soy muy constante pero he pasado por voguing, danza, shibori, serigrafía, etc. Mantengo la idea de estar aprendiendo siempre; a veces no sabes cómo hacerlo pero sabes que se puede y eso me ha servido un montón para vestuario.
