Hacia fines de los años ’80 y especialmente en plena década de los ’90, Roxette se consolidó como una dupla musical pop que sonaba fuerte en nuestro país. Pero no solo las contagiosas melodías de Per Gessle y Marie Fredriksson fueron fundamentales para su fama: el estilo de ambos también se transformó en todo un fenómeno con chaquetas de cuero, cabello corto y alborotado, rock and roll para un nuevo milenio. Los intérpretes de It must have been love, el tema central de ese clásico llamado Pretty Woman (1990), sabían cómo conquistar a la generación juvenil y Fredriksson se transformó en un icono de estilo. A días de su muerte luego de una larga batalla contra el cáncer, recordamos cómo sus looks realmente forman parte de la nostalgía que aun hace resuena.
Fotos: Zimbio.