En Instagram hemos visto todo tipo de emprendimientos: ropa vintage, upcycling, marcas de diseñador y tejidos. Sin embargo, los tejidos infantiles no se han desarrollado de manera tan amplia a través de una marca y eso es lo que busca establecer Ragu. Creada por Claudia Saieh, Ragu busca satisfacer una demanda con delicados tejidos de calidad con tallas para recién nacidos y hasta cinco años. “Soy diseñadora de vestuario, tengo 33 años y tengo dos dos hijas; Rafaella de 3 años, mi modelo de muestras, y Augusta, de casi dos meses. Ellas son mi principal motivación para lanzar RAGU, de hecho, son la inspiración del nombre de mi marca”.
“Desde el año pasado tenía el bichito en la cabeza de crear algo especial en vestuario para niñitas. Cuando comencé a buscar qué hacer, la verdad no me di muchas vueltas, porque los tejidos siempre me han gustado en la ropa, pero el tiempo es oro, y entre una y otra cosa, la rutina del día a día y mi trabajo, la idea pasó y el proyecto no se concretó. En abril empecé mi prenatal, por lo tanto, iba a disponer de más tiempo para mi y además en época de pandemia, sin tantas distracciones externas, me propuse retomar el proyecto que tenía pendiente y comencé a armar el plan.
Una vez que tuve claro los modelos que quería, empecé a contactar a unas señoras que había conocido hace un tiempo y que se manejan perfecto en el tejido. Es muy importante que se logre a la perfección el diseño que uno tiene en mente, y sabía que con ellas no iba a tener problema en cuanto a la calidad del producto final. Así que luego de eso, nos pusimos manos a la obra con la producción de algunos diseños de abrigos y chalecos. Debido al contexto y a que igual es un trabajo delicado, hemos ido sacando de a poquito. A pesar que RAGU nació en una época difícil, hemos tenido muy buena recepción en las RRSS y mucha clientela feliz.
Estoy muy entusiasmada con la idea de seguir sacando nuevos modelos, incluso ya está avanzada la colección para primavera-verano”.
-El mercado infantil en Chile no es un terreno muy explorado. ¿Cómo plantean la esencia de sus propuestas y la revalorización del tejido?
Por lo mismo, el foco de RAGU está en el mercado infantil, ya que hay mucho aún por hacer, sobre todo cuando se trata de productos realizados a mano, el diseño, materiales, colores, accesorios permite que haya una variedad infinita para trabajar.
Buscamos encontrar el equilibrio entre diseño, calidad y confort en la prenda. Ha sido súper gratificante comenzar con este proyecto, ya que hago algo que me gusta, pero al mismo tiempo RAGU se ha convertido en la posibilidad trabajo para personas que estaban pasando por un mal momento debido a la contingencia que estamos viviendo. Esto hace que este proyecto tenga un doble sentido y me encanta.
-Estamos viviendo un contexto súper difícil para todes. ¿Cómo ha sido para Ustedes seguir con la marca en estos días y qué han planteado hacer?
Como te dije antes, RAGU nació en plena pandemia, y eso hace que no conozcamos otro escenario. Desde el primer día hubo una adaptación a los nuevos tiempos, ya que la compra de insumos está mucho más lenta y poco variada. No existe la posibilidad de reunirme con las señoras que trabajan conmigo, el proceso de entregas, entre otras cosas, pero es la realidad de todos y la verdad es que hemos ingeniado la forma de poder seguir adelante.
Por otro lado, igual hay factores positivos, porque los clientes están cada vez más acostumbrados a la compra online, los servicios de despacho ayudan mucho, ya que en 24 horas puedes tener el producto en tu casa y por un precio módico. En general, todo el tema de la pandemia ha ayudado mucho a que las ventas por Internet hayan aumentado por lo que para nosotros ha sido un escenario favorable hasta el momento.
– ¿Cuáles son sus inspiraciones detrás de Ragu?
En RAGU buscamos diferenciarnos e innovar en cada diseño. Por ahora hemos estado trabajando en diferentes diseños que no necesariamente van ligados unos con otros, sino qué hay distintas tendencias en cada uno de ellos.
Hay un enfoque principal en la materialidad, colores y texturas, y de a poco integrando nuevos recursos que ayudan a diseñar una prenda más original.
Es un trabajo en conjunto que realizamos con el grupo de tejedoras que mencioné, quienes son de distintas partes de Chile, y eso permite que haya distintas opiniones en base a nuestros gustos y conocimientos, por lo tanto, cada una aporta para poder lograr un tejido idóneo y que nos complete por igual. Lo más importante para RAGU es poder lograr un producto donde todas estemos conformes y satisfechas con el resultado final. Estamos recién aprendiendo y con todas las ganas de ir mejorando en los distintos procesos.
-¿Cuáles podrían ser tips para mantenerse creativas(os) en esta situación?
La idea es poder ofrecer una prenda original, mezclando las tendencias en conjunto con un toque personal que le dará una identidad propia a RAGU. Así podemos ofrecer un producto único a nuestras pequeñas clientas.
Es importante estar atenta al diseño actual y al de otras épocas, ya que siempre se pueden ir rescatando recursos de cada una de las etapas de la moda e ir mezclando con conceptos propios.
-¿Cuál ha sido hasta el momento la prenda favorita o regalona que mejor les ha funcionado?
Como recién comenzamos, lo primero que lanzamos a la venta fue el Abrigo Modelo Globo que es un chalequito tejido a crochet más larguito con mangas aglobadas, que tuvo muy buena recepción por parte de nuestras clientas. Hace poco nos llegó el Sweater Hojitas que ha gustado mucho también, estamos muy contentas de la recepción que han tenido nuestros tejidos en general, pero seguimos trabajando para tener mayor variedad de diseños, ya que queremos que RAGU sea la prenda de todos los gustos.