“Las primeras muestras fueron en las calles, cuando salíamos con amigos a pegar dibujos; recuerdo con mucho cariño esos tiempos, las manos con engrudo y la adrenalina. Me comencé a dedicar al arte cien por ciento procurando desarrollar colecciones que he ido exponiendo: cronológicamente y entre paréntesis las temáticas son “Leche Ácida”,
(movimiento estudiantil), “Chilean” (territorio-identidad), “Matador” (el hombre como
musa), Arde (personas-estallido social)”. Adolfo Bravo (@aabravo en Instagram), es uno de los artistas locales que además de lograr mostrar su trabajo en galerías lo ha hecho conciliando su crítica hacia la crisis chilena, algo que expande en redes sociales.
-¿Cómo empezaste a ilustrar y qué tipo de sujetos formaron tus primeros trabajos?
Desde muy pequeño siempre estaba dibujando o inventando algo que hacer con lo que tenía a mano. Siempre quise dibujar personas; me llamaban la atención los ojos, las manos, la forma en que miran las cosas, a otros, el brillo en las expresiones. Cuan poderosa e impactante puede ser la imagen de una persona mirando de frente, es algo que podemos leer sin un lenguaje sonoro o escrito; va más allá de las palabras y formas que los humanos hemos inventado para comunicarnos. Aquello me sigue impactando, conmoviendo, es como mirar cosas que parecieran no tener fin como el cielo o el mar.
¿Cómo ves el escenario de la ilustración en Chile? ¿A quiénes admiras, por ejemplo?
Está muy interesante lo que está pasando con el dibujo y los dibujantes en estos tiempos. Hay personas realmente muy buenas a nivel técnico y discursivo, hay mucho arte de calidad fuera de las galerías o espacios “oficiales”. Las redes sociales nos permiten compartir lo que hacemos y de manera inmediata pueda ser vistx por otrxs, teniendo acceso también al trabajo de muchxs artistas. Las comunicaciones de algún modo han democratizado el acceso al arte, podemos desde nuestras pantallas percibir algo que expresa otrx y ver si puede tener que ver conmigo o con nosotros como colectivo. El levantamiento social en Chile ha estallado con un tinte particular, con un sello propio; ha florecido con muros llenos de dibujos e ilustraciones. Las personas les toman fotos, las postean, se identifican, es hermoso ver el arte y los artistas de ese lado del camino, del lado de las personas, del sentir y el decirlo, de escribir y dibujar, de individuos compartiendo su humanidad, identificándonos con alguna obra, algo tan personal, que “no nos pertenece” pero nos toca y nos conecta con otros, con ideas, con nosotrxs mismos. El arte tiene ese potencial “de unir” y de identificar. Una vez escuché alguien decir que “mientras más personal uno va, más universal es el mensaje”; si al momento de
expresarnos lo hacemos sin pudores, conectados con nuestras más íntimas particularidades, de seguro en el mundo existirían muchos más colores. Dos dibujantes que me gustan mucho son Kitichi y Fragmento Solar.
-¿Cuál ha sido tu hito más querido hasta el momento?
El pegar dibujos en la calle y la última expo “ARDE” en barrio Franklin/ Galería La Curtiembre. Recibí mucha ayuda de mi hermano y también de amigos colgando unos lienzos con dibujos de cuatro metros, fue bien grande y pudo ser compartida con muchas personas, familias, niños que se quedaban mirando y me preguntaban “Señor, usted hizo todo eso!?, con caritas atentas, no sé qué pensarían las personas, pero me emocionaba verlas ahí, ver las reacciones.
-Con la cuarentena y la crisis del Covid, todos hemos tenido que reinventarnos. En tu caso, ¿cómo ha sido este periodo en materia creativa?
Me gusta imaginar el proceso creativo como una esponja que uno pone en el agua: se empapa de lo que absorbe y luego la estrujas. Este tiempo de pausa me ha sido un buen tiempo de absorber, me entretengo cosiendo o bordando, estoy viviendo en el sur, disfruto mucho de la vegetación, los colores y los tiempos lentos.
-¿Qué podrías aconsejarle a quienes recién se están internando en la ilustración o quieren intentarlo en este periodo casero?
Que no hay mucho secreto en dibujar, observar con atención lo que uno ve o está imaginando, que no necesitas materiales súper sofisticados para hacer un buen dibujo, que a veces uno se frustra de no poder llevar al papel lo que ve o tiene en mente, ¡pero hay que seguir! Con el tiempo se va haciendo más fácil, y entre errores y aciertos vas encontrado tu propia forma de ir resolviendo y decir las cosas. Me gustan lxs artistas que tiene un sello propio, un estilo, que al ver uno de sus dibujos uno sabe de quién es; lograr eso implicó haberse familiarizado con la constancia, con la frustración, de mucho papel gastado hasta que en un momento uno comienza a verse en sus dibujos y encontrarse en ellos, a reconocerte en tus líneas como si testificaran de tu existencia.
Hace pocos días descubrí la música de José González, la estoy escuchando mientras escribo esto (en KEXP Live); me gusta su canción “Line of Fire” y su pelo en este en vivo.