“Somos dos amigas de Viña del Mar, Verónica y Pamela (38 años las dos), quienes conformamos MetaBoy. Este proyecto nació porque ambas, madres y hermanas sólo de varones, nos dimos cuenta que la ropa y los accesorios para los niños siempre eran más aburridos y no había tanta variedad como para las niñas. Llegamos a la moda buscando cómo ocupar un espacio en el mercado donde se notaba claramente un nicho vacío, que es la ropa entretenida y con colores para los niños”. Así se presenta Pamela, una de las creadoras de esta marca que a primera vista se ve tan entretenida como el objetivo de MetaBoy. Y a pesar de as adversidades actuales, la dupla ha conseguido imponer una estética más acorde con los colores y nos cuentan cómo ha sido esta etapa de cuarentena y creatividad.
“Las dos somos sensibles al tema de la moda. Verónica es diseñadora gráfica, y por su lado materno, siempre hubo gran cercanía y sabiduría en el tema de la confección. Se introdujo en el mundo del vestuario por el puro gusto por los colores, una de las cosas que define a MetaBoy. El hijo mayor de Verónica le pedía ropa que fuera más bonita para él, con colores más bonitos y no había nada, por lo que decidió hacérsela ella misma. Maneja a la perfección
la tijera, la máquina de coser. Es una perfeccionista y muy fijada en cada detalle de las prendas que hacemos. Por mi parte (Pamela), el tema de la moda siempre me ha encantado, pero más por el lado de la imagen y lo que logras comunicar con el vestuario, porque la
verdad, no sé ni tomar una aguja, así que mi aporte es más de creación e imagen que de diseño. Soy abogada y los conocimientos del tema del vestuario son adquiridos por ver revistas de moda, talleres y cursos que he tomado desde que tengo uso de razón. Además soy feminista y quería que mis hijos pudieran comprar un “fular” y jugar al papá. ¿Por qué sólo las niñas pueden jugar con muñecas? Y así hicimos esa prenda, que a la vez se transforma en
cuello para los niños.
-¿Cómo ha sido incluir la reutilización en una marca infantil?
La verdad es que ha sido bastante natural introducir el tema de la reutilización en nuestro negocio, porque ha sido la tendencia estos últimos años. Las personas han visto en esta “segunda vida” de la ropa, un acto consciente con la naturaleza. Por ejemplo, la chaqueta reversible de mezclilla reutilizada y lanilla peruana que hacemos, ha tenido mucho éxito. La gente se lo ha tomado bastante bien, porque además sabe que los niños crecen muy rápido y que una prenda con tela reutlizada es mejor para el ecosistema. Ha sido satisfactorio poder crear una prenda que siga siendo bonita y muy estilosa a pesar de estar hecha con
materiales usados. Hemos tenido cuidado al momento de combinar esta tela usada para que
pueda complementar y también destacar la tela nueva. Además de que abaratamos costos, porque reutilizamos nuestra propia ropa, telas, ropa de nuestra familia, también hacemos que la marca sea amigable con el planeta y aportamos con la descontaminación, tema que también nos ha preocupado siempre a las dos y a nuestros respectivos núcleos familiares.
-El estándar tradicional nos lleva a identificar la ropa infantil bajo colores clichés para cada género. ¿Cómo creen que ha evolucionado este parámetro con respecto al estilo no gender y la diversidad en nuestro país?
Sigue habiendo una resistencia importante con el tema de los colores y los estereotipos. Es una lucha constante y pesada que hemos dado desde que empezamos con Metaboy. Intentamos, de una manera sutil, instaurar la idea de que debemos liberarnos de los paradigmas y lo hacemos sutilmente para no generar un choque con nuestros potenciales clientes. Por mucho que tratamos de transmitir que un niño no deja de ser varonil por ponerse una polera rosada, la gente no se atreve mucho. Los mismos niños, de entre 5 y 12 años, se niegan un poco a experimentar con colores que están “reservados” para las niñitas. Esto obviamente por la imposición social machista de la que, como país, no logramos liberarnos.
Pero ya se ven algunos avances pequeños, como mezclar un color “de niño” con un rosado, un turquesa, etc. ¡Algo es algo!
¿Creen que los chilenos están más dispuestos a adquirir ropa hecha por locales?
Hemos podido ver, con los años, (Metaboy nació en el 2015), que los chilenos sí están más dispuestos a comprar productos de emprendimientos y confeccionados acá en Chile. El retail nos ha aburrido bastante, y hay también más información sobre la calidad de las telas, del origen de su fabricación, de la explotación laboral que hay detrás de la confección de ropa de marcas. Hay más conciencia de lo que uno se pone y hay un público que premia la calidad,
la forma de trabajar y el diseño original. Ya no hay tanto “fan” de la ropa que encargas a China, creemos. Aunque sigue habiendo también una necesidad de comprar barato, y eso muchas veces entra en pugna con el precio justo.
-¿Creen que la pandemia cambiará en algo la mentalidad local a la hora de comprar ropa?
Creemos que la pandemia si generará cambios profundos en diferentes ámbitos y que por supuesto la moda no está ajena a ello. El estar encerrados nos hizo, por ejemplo, ¡ordenar los closets! Nosotras pensamos que mucha gente se dio cuenta de que tenía más cantidad que calidad guardada en los cajones, y que lo barato a la larga cuesta caro. Estamos optimistas de que el chileno va a preferir con más convicción comprar algo de buena calidad, a un precio justo, y que tenemos que ser partícipes de una reactivación económica necesaria. Y ahí jugamos un papel súper importante como consumidores. No podemos seguir como estábamos, que era una especie de inercia de consumismo que nos hacía creer que llenábamos como un vacío comprando productos casi al por mayor. Además, comprar local siempre es beneficioso. Quién más apropiado para saber lo que necesitas, que una persona que te diseñe ropa acorde a tu clima, realidad y costumbres? Estamos seguras que este tiempo cambió y seguirá cambiando la mentalidad de los chilenos a la hora de comprar.
Fotos: Instagram.
