En Italia es una de las leyendas más respetadas del diseño de vestuario, pero fuera de Europa, su nombre no es tan conocido como el de Valentino y Gucci, por ejemplo. Roberto Capucci es, sin embargo, un maestro del diseño: a los 20 años abrió su primera tienda, a los 21 montó su primer desfile y en plenos años ’50 revolucionó la silueta utilizando pliegues, vuelos y texturas en la alta costura al más puro estilo del origami y mucho antes que Thierry Mugler.
Capucci se valió además de colores fuertes y telas metalizadas para armar sus trajes. Todo empezó cuando mezcló cine, escultura y moda en sus gustos personales, algo que lo llevó a diferentes caminos hasta decidió convertirse en Diseñador. Pese a su juventud, la prensa lo amaba, lo llamaba el chico maravilla de la moda y en 1956, fue alzado como el mejor diseñador italiano por los editores extranjeros. Como amante del cine, también se sumergió en el desarrollo de vestuario para películas: allí vistió a los protagonistas de Teorema de Psssolini, Silvana Mangano y Terence Stamp; a los actores en Buster’s Bedroom, Geraldine Chaplin y Donald Sutherland pero además su particular característica, la que lo separa de todo, va en que cada vez que diseña un traje imagina un personaje de ficción antes de crearlo.
La geometría es un elemento esencial que está presente en las propuestas del diseñador. Ya en sus 80 años, Capucci aun es capaz de vencer a cualquier nuevo talento con ayuda de sus vestidos llenos de intrincados vuelcos, su silueta en forma de caja que forjó en los ’50, al igual que su más que imitado estilo de capas como rosas en falda. Es tanta su fama que vemos profundamente su influencia en un maestro moderno del diseño: Thierry Mugler. Varios de los trajes del francés llevan el mismo estilo que Capucci patentó en los años ’50, cuando aun era un joven talento que hoy está presente en varios documentales, como La moda proibita que apareció este año.
Fotos: IMDB, Zimbio,
