En 1967, Priscilla Beaulieu de 21 años, contrajo matrimonio con el icónico Rey del Rock, Elvis Presley. La ceremonia tuvo lugar en el Hotel Aladdin de Las Vegas y marcó el inicio de una nueva influencia en el mundo de la moda y el estilo. Priscilla deslumbró con un vestido de encaje incrustado de perlas, una tiara deslumbrante y su distintivo peinado bouffant. Posteriormente, Priscilla estableció una boutique en Los Ángeles llamada Bis and Beau como un tributo a su socia comercial, Olivia Bis, y a su apellido de soltera, Beaulieu. Esta tienda ganó popularidad, en parte debido al apoyo de Elvis y a su propia relación con celebridades como Cher, Tina Turner y Barbra Streisand.
Durante este período, Presley dejó atrás su imagen de los años 60 para adoptar un estilo más bohemio, incorporando elementos como los pantalones de campana, chalecos bordados y vestidos al estilo de Stevie Nicks, junto con un nuevo peinado de ondas naturales. En la década siguiente, en los años 80, experimentó un cambio de imagen llamativo, adoptando una apariencia exuberante que incluía monos de día y vestidos con volantes y lentejuelas para la noche. A medida que entró en la década de los 90, comenzó a explorar siluetas más andróginas, abandonando los estilos femeninos tradicionales. Trajes y chaquetas entalladas se convirtieron en pilares de su atuendo.
Esta evolución de estilo y vida será el foco de la próxima película Priscilla dirigida por Sofía Coppola, basada en las memorias de Priscilla Presley y en Elvis and Me (1985) y protagonizada por Cailee Spaeny (Mare of Easttown) y Jacob Elordi (Euphoria). Narrará la historia de su relación desde su inicio en una fiesta hasta su matrimonio tumultuoso, todo a través de los ojos de Priscilla.
Fotos: VanityFair, LOfficiel Mexico, Vogue,