La sorpresa para Carolina Piña fue total. Era un taller para estudiantes que organizó el Duoc sobre reciclaje creativo y donde se esperaba que fueran unas veinte personas pero llegaron 50. “Se conectaron hasta de Colombia y Argentina. Nos falta mucha educación y saber cuáles son todas las posibilidades que da el reciclaje y la gente sí quiere saber”, explica la creadora de Piña Zero Waste, una artista que crea unos deslumbrantes accesorios hechos con bolsas y otros plásticos reciclados.
Lo que partió casi como un pasatiempo, hoy la tiene convertida en un referente del diseño con materiales reutilizables, y si al principio la caracterizaron unas pequeñas carteras tipo riñoneras fabricadas con 10 a 12 capas de bolsas unidas con un proceso de termofusión, hoy Carolina está ampliando sus horizontes. En colaboración con la diseñadora Dani Orezolli hicieron un body con cintas que indican No Pasar y un bolso circular para el videoclip de la DJ chilena Gisela Lindhorst, utilizando material reciclado. El resultado es fascinante y permite entender que el reciclaje también puede ser moda.
Y es que el vestuario, dice Carolina, es su próxima etapa. “Me gustaría hacer faldas, abrigos, las posibilidades que te da el material son infinitas”. Con las carteras también ha ampliado el horizonte. Hay riñoneras más grandes, con y sin tapa, una cartera reversible con dos diseños completamente distintos, pero también está la versión más clásica de la cartera cuadrada con broche y tapa por encima. También las ya clásicas mini mochilas, que llevan su sello.
Eso no es todo, porque esta diseñadora industrial también ha entrado a la fabricación de accesorios como aros, también con plástico reciclado y que simulan una galaxia, por ejemplo.
En el fondo, lo que Caro Piña busca es concientizar a la humanidad. “Me gustaría conectar las cosas. La moda tiene un problema con el consumismo. La televisión vende una nueva colección y lleva a que la gente compre y compre más”, dice, “y con este proyecto de unir el reciclaje con la moda se puede llegar a mucha gente”, apunta esperanzada. Por ahora seguirá haciendo talleres de reciclaje y está evaluando si patentar o no su forma de fabricar sus carteras o hacerlo open source, pero buscando obtener algún tipo de ingresos para que más y más personas puedan fabricar sus propios accesorios a partir de plásticos reciclados.