Hoy se anunció que el diseñador francés Jean-Paul Gaultier cumplirá 50 años de carrera en su próximo show de Alta Costura y que esa será la última vez que lo veamos como fuerza creativa de la moda. Aunque todos se retiren en algún momento, la noticia sorprendió no solo porque falta muy poco para este último hito, sino también porque de alguna manera, Gaultier es el último rebelde original de la industria. Así que entre pena y admiración, recopilamos algunas de las razones sobre por qué Gaultier debería estar para siempre entre los iconos que ayudaron a moldear la moda como la conocemos.
-Abrazó el mundo queer en sus propuestas
Cuando Gaultier dio sus primeros pasos, los hizo sin distinguir géneros y tampoco dejar atrás sus influencias callejeras. Así que lanzó algunas de sus piezas más reconocidas como el sostén cónico en imágenes de hombres llevándolo, instaló en sus desfiles a las leyendas del voguing Willi Ninja y Jose Extravaganza, vistió a los mismos bailarines de Madonna en su gira Blond Ambition. Por si fuera poco, quiso vestir a Prince como parte de la película El quinto elemento, pero finalmente moldeó a un personaje no gender con Chris Tucker en la cinta de Luc Besson, mucho antes que la sociedad aceptara el concepto. Y una de sus principales inspiraciones , la que ha formado parte importante de su universo homoerótico de estética francesa, fue la película Querelle (1982) de Rainer Werner Fassbinder.
-Su amistad con Madonna nos dio algunos de los mejores momentos de la moda en la música
En varias entrevistas, Gaultier no ha escondido que le ha pedido matrimonio a Madonna en varias oportunidades, sin éxito. Su devoción por la Reina del Pop es tal que ambos continúan siendo muy cercanos, después de 35 años desde que Madonna llevara su ropa por primera vez en los AMAs, él se enterara y decidiera vestirla de manera oficial. Con ella no solo emergió como el creador del sostén cónico que marcara su carrera en Blond Ambition Tour, sino también como el artista cuya musa lo acompañó sobre la pasarela en más de una ocasión: en 1992 lo hizo para un desfile benéfico, donde llegó hasta el final acompañada del francés e hizo un topless; y en 1994, apareció llevando un coche con un perro poodle cerrando el desfile.
-La música ha sido fuente de inspiración y retroalimentación
Ha vestido a cantantes como George Michael en I want your sex -chaqueta que formó parte de una subasta-, Neneh Cherry en su época más popular, como cuando apareció en el desfile de 1990 vestida al estilo monja en su colección Rhapsody in Blue. También animó los premios Europe Music Awards en los ’90, en más de una ocasión e incluso ha sido narrador / entrevistado en documentales acerca de Freedom de George Michael (2017) y Gaga by Gaultier (2011), a quien también ha vestido. Pero quizás lo más importante es que ha sido capaz de homenajear a esos iconos a través de sus creaciones: en el desfile S/S 2013, incluyó looks inspirados en David Bowie, Grace Jones, Boy George, Annie Lennox, Michael Jackson, Madonna y Amanda Lear cerró cantando al final.
-Llevó su universo al cine
Prestó servicios a uno de los rebeldes más importantes del cine ochentero, Peter Greenway. Así, vistió al elenco de El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante (1989), donde le dio vida a una Helen Mirren completamente distinta a la que conocemos hoy. En 1995, adornó la oscuridad de La ciudad de los niños perdidos de Jean-Pierre Jeunet con su vestuario y en 1997 vendría ese hit llamado El quinto elemento de Luc Besson, donde ayudó a darle vida y estética al personaje de Milla Jovovich Leelo, además del queer Ruby Rhod y a Tricky. Con Almodóvar también ha tenido oportunidad de explorar esa faceta extravagante: en Kika vistió a Victoria Abril (1993) y en La mala educación a Gael García Bernal. En La piel que habito creó el uniforme de Marilia y el traje de Zeca y la actriz Rossy de Palma, un clásico de Almodóvar, ha sido su modelo en innumerables ocasiones.
-Fue capaz de aprovechar sus estudios con el revolucionario Pierre Cardin
Lo cierto es que Gaultier fue todo un prodigio; a los 13 años ya había confeccionado ropa y a los 17, le mandó sus bocetos a Pierre Cardin, quien lo tomó como asistente por dos años. Después iría a trabajar en otras casas hasta que lanzó su marca en 1977 con ayuda de un conglomerado japonés. En 2018, el francés le hizo un homenaje a su maestro con una colección que presenció el propio Cardin, quien ha sido uno de los creativos más innovadores de todos. Mientras estuvo con él, Gaultier aprovechó la efervescencia de ideas sugiriendo trajes espaciales para perros y otros looks. “Eres un verdadero diseñador cuando la gente reconoce tu trabajo sin siquiera mirar la etiqueta”, dijo Cardin en 2011. “Este es el caso de Jean-Paul Gaultier”.
-Exploró subculturas, religiones y temas tabú en sus colecciones
Su inquietud con respecto a culturas lejanas y exóticas, ritos religiosos, accesorios y estilismos que adaptó para la pasarela ha sido tal que hemos visto como Björk logró caminar en una de ellas, justamente la que se inspiró en El Tibet, los sherpas y más. Pero además ha traído polémica y discusión a la moda, cuando decidió que los judíos ortodoxos serían perfectos en lo que se denominó su colección Chic Rabbis en 1993. O cuando reinventó la polera de tatuajes a lo Margiela a principios de los ’90, lanzando toda una revolución que incluía aretes, cabello rapado y pies descalzos. En 2007, lanzó colecciones inspiradas en imagen y semejanza a la virgen y distintas figuras católicas
-Vistió a Marion Cotillard al recibir su Oscar y también a otras famosas
Cuando Marion Cotillard ganó un Oscar por su rol como Edith Piaf en 2008, Gaultier fue el creador de ese vestido que evocaba una cola de sirena. Fiel a su estética, el diseñador siempre lleva más allá cualquier vestido y así lo demuestra con Catherine Deneuve, por ejemplo; cuando falleció su amigo y diseñador Yves Saint Laurent, Deneuve se apoyó en Gaultier para vestir en festivales de cine y apariciones. Rihanna, Christina Aguilera
Fotos: Mirror, Lip magazine,
