Fue en 2011 cuando el actor Adam Driver dejaba atrás los cortos y las series televisivas para debutar en el cine en una gran producción: J. Edgar de Clint Eastwood. Sin embargo, fue precisamente en la tele donde se dio a conocer de manera más popular, gracias al rol de Adam en la serie de Lena Dunham, Girls. Pero hoy, Driver se ha convertido no solo en un gran actor que puede pasar de galán del nuevo milenio a hombre con estilo; demostró en Marriage Story que puede hacernos llorar como nadie cantando Being Alive de Stephen Sondheim.
Driver no se acomoda a los cánones típicos del galán hollywoodense y por eso más nos gusta. Su gran altura lo destaca de manera inmediata y así apareció de a poco a moverse en distintos roles del cine de Noah Baumbach, desde Frances Ha (2012) pasando por While we’re young (2014) hasta The Meyerowitz Stories (2017). Pero Marriage Story, la desgarradora y realista última película de Baumbach donde comparte roles con Scarlett Johansson, lo ha llevado a un nuevo nivel. Y eso que ni siquiera hemos hablado de su paso por la saga de Star Wars.
Kylo Ren, el hijo de Han Solo y la Princesa Leia, es el rol que Driver tomó en el universo creado por George Lucas y que también le ha valido ser reconocido en todo el mundo. Por si fuera poco, ha estado presente en otras cintas igualmente premiadas y con la nominación en la que está incluido en los Golden Globes por su última actuación en el drama de Netflix, esperamos verlo toda esta temporada en distintas alfombras rojas o recogiendo su premio.
Fotos: IMDB.