“El proceso fue bastante largo; partió en mayo del 2018 cuando iba a realizarse un desfile, el cual tuvo que cancelarse. Decidimos postergar la producción de la colección y quedó parado el proyecto completo. Lo retomamos en marzo de 2019 y la idea era lanzar esta colección antes del viaje que tuve a Berlín, el 20 de julio del año pasado. Alcanzamos a terminar el 80% y hacer las fotos; decidimos enfocarnos en los materiales digitales y en registrar el proceso, lo cual nos permitió hacer el gancho para trabajar con 3M y desarrollar un material audiovisual que reflejara la profundidad“. Matías Hernán es uno de los diseñadores locales que nunca descansa: estudia, reflexiona en torno a materialidades y lanza colecciones y piezas nuevas. Esta vez pudimos conocer de manera más profunda todo este proceso que ha explorado a través de la tecnología y diferentes personas que cumplen roles importantes en ello. Linking se llama esta colección que nos presenta con sus propias palabras y que además, viene a mostrarnos en pleno periodo de cuarentena mundial.
“Como diseñador y persona me he sentido muy atraído por lo poco convencional, cambiar el rol de la materialidad; me he visto investigando cómo hacer un vestido de noche o novia con corta vientos, lycra. Mi visión me ha impulsado a ir por este lado de casi llevar la contra, pues nunca me ha gustado trabajar con raso y los textiles tradicionales. En mi caso particular, profundizo con el neopreno y la lycra viendo cómo pueden fusionarse para llegar a distintas terminaciones y acabados. El tema del moldaje: cómo trato los materiales para cruzar las técnicas tradicionales que nos son enseñadas, eso es un proceso de investigación que he realizado durante estos años además de ver cómo generar menos desechos e impacto, tener mejor precisión, etc. Aquí la tecnología ha sido fundamental, el trabajar con Illustrator, Photoshop, corte láser, estampados digitales, impresiones en 3D y llegar así a nuevos volúmenes y siluetas.
Mi investigación técnica ha sido el punto de partida para generar un nuevo lenguaje constructivo, el que ya se termina volviendo el sello de mi marca. Me gusta mucho usar el pespunte que vemos en los pantalones de denim, códigos que se van absorbiendo a partir de la experimentación y el paso del tiempo. También tiene que ver con gustos personales pero se termina convirtiendo en un lenguaje que identifica a la marca. Poder acceder a la tecnología que me permite jugar con esto -cortes láser, estampados con vinilos, sublimación, piezas en 3D-, el poder tener acceso a adhesivos de avanzada para tener nuevas funciones textiles fue lo que detonó el resultado de esta colección. Poder hacer el cruce de nuevos materiales y nuevas tecnologías complementó mucho cómo venía trabajando la marca a nivel técnico.
Si bien esta colección partió con una inspiración que era el espacio, la noche y el techno, en el camino eso empezó a perder protagonismo y lo que empezó a ser más fuerte es cómo cada pieza se fue armando. Moldaje, técnicas digitales, materiales poco convencionales. Puedo darte el ejemplo con un body vestido en el que partimos con una planimetría de un body base, trabajamos sobre el maniquí y pasamos al moulage. Dibujamos sobre las dimensiones que queríamos trabajar la gráfica digital, se volvió a pasar a papel, se escaneó, se digitalizó y luego por medio de un escáner se vectorizó en Illustrator para poder trabajar una gráfica que se puede interpretar como estampado pero en este caso es un calado. Se procedió a fusionar el textil –lycra de terminación vinílica con lycra Dupont-, y se pasó a la cortadora láser, se caló y luego todo este calado positivo quedó suspendido sobre una malla y cada una de estas líneas se cosió una por una a milímetro para sostener la gráfica, la cual está prácticamente flotando.
Eso es un poco sobre el viaje constructivo de las piezas y cómo se fue buscando también el otro lado de la colección: las chaquetas y pantalones son desmontables y se pueden transformar en otra cosa. Ahora más que modulares quiero que sean desmontables y transformables, algo que siempre he venido trabajando con mi marca. La colección se llama Linking y tiene que ver con el vínculo entre todas las piezas a nivel técnico y constructivo. Las medidas, el uso de los números que se ocuparon para construir a nivel de dimensión y también fragmentos de técnicas y lenguajes que dan forma a este universo: el techno de la noche, la tecnología, la visibilidad -entendiéndose como el reflectante-, el futuro, la sexualidad, la sensualidad, el deporte, la geometría orgánica.
Esto jamás habría sido posible sin el apoyo de mucha gente que creyó en el proyecto: 3M que existe acá en Chile en un laboratorio que se llama Centro de Innovación, quienes me permitieron desarrollar las piezas con esos materiales; trabajé con scotch line, adhesivos y reflectantes. La Universidad Tecnológica Metropolitana con su departamento de Diseño (ProteinLAB), quienes nos ayudaron con alguien a cargo del proyecto -Diego Vilches Rupayán-, quien también es Diseñador. Con ellos pudimos contar con un equipo para trabajar, cortadora láser e impresoras 3D. El equipo de mi estudio, quien era Cristina y que desarrolló casi todos los cortes láser. Claudia y Gabriela quienes desarrollaron los moldes con planimetría. También contamos con el apoyo de una fábrica nacional que se dedica a plisar textiles –Plisados Giacoman-, la única que se dedica a hacer este proceso a nivel industrial. Max Pazols tiene su estudio de joyería digital – StereoMetric System Studio-, desarrolló algunas piezas de la colección en 3D. También trabajamos con una empresa que se llama Metalaser Chile con quienes por primera vez tuvimos la oportunidad de hacer herrajes especiales para la marca y colección, con el logo e insignia en varios formatos, todo en acero quirúrgico cortado en láser.
El video que aun no está listo tiene una voz en off y explica el proceso de la colección. el cual fue desarrollado por un audiovisual colombiano que vivió en Chile, Piedra. Las fotos las produjo Esteban Pomar, las sacaron mis queridos NoliProvoste, maquilló Maya Bayer. Los modelos fueron Paul Walker, Erly y Winjane.
Este periodo ha sido un poco de estar en pausa y alta introspección, tratando de estrujar el lado creativo. Tampoco hay que pedirle más a la situación; es inevitable los cambios de ánimo. Es un momento que creo es súper personal como para encontrarse con uno. Es muy difícil, todos tuvimos al menos una semana en la que nos cuestionamos qué estoy haciendo, para qué y qué quiero conseguir con esto. Lo bueno es que nos ha dado el tiempo para organizar esta colección; ahora cuando volvimos luego del estallido social decidimos no publicarla por respeto al movimiento y encontrar el momento idóneo. Si bien eso nunca ocurrió porque siguieron las manifestaciones y se declaró la pandemia, la publicación de la colección es como mantener un respiro porque estamos bombardeados con información de contingencia, que en su mayoría no es muy positiva, así que decidimos ayudar un poco a distraer en general, generar también movimiento para la marca que estaba parada. Al equipo que trabajó también le viene bueno un refresh de contenido, ellos lo hacen bakán y todo funcionó de manera redonda, así que tener tanto rato guardado el material es también un agote para quienes trabajaron en eso. Si bien las piezas no son mayormente comerciales, las que aportan más en ese caso son las chaquetas desmontables, el abrigo, las que pueden ser más versátiles. El resto va en variación para ajustarse a lo que pida el cliente”.