Pelirrojas desnudas mostrando su cuerpo de manera estratégica, acostadas en sábanas de seda o tirándose a una piscina. Mujeres ayudando a ponerse bañadores, y especialmente el close up a labios y uñas rojas que dejaban ver su fetichismo. Entre los años ’70 y ’80, Guy Bourdin fue uno de los maestros del erotismo en la fotografía de moda, llevando su estilo a imágenes creativas y también a publicidad comercial que alcanzó incluso la de joyas como las de Harry Winston.
Manteniendo el fetichismo por mostrar lugares estratégicos del cuerpo, como manos, uñas y labios, el fotógrafo francés transformó una aburrida tarea en algo original e increíble. Se valió de maquillaje en glitter -en una de sus imágenes más copiadas de todas-, uñas en rojo, maquillaje colorido, espaldas y cuellos, espejos. Aun cuando el sexo forma parte de su imaginario, Bourdin parece siempre saber qué hacer para que sus fotos sean únicas. Y con ellas recorrió Vogue y catálogos entre mediados de los años ’60 y los años ’80.
Además de Harry Winston, Bourdin fotografió también los accesorios de Van Cleef and Arpels, otra marca icónica del lujo en joyería. Para ello se valió del misterio, como una modelo vestida de negro tapando su cabeza con una bandeja y llevando un collar encima. Y otra imagen con dos rostros en glitter oscuro con aros colgando. Así era el inigualable mundo de Bourdin, uno que siguió con las icónicas fotos para Charles Jourdan, la marca de zapatos ochentera, y concluyó en homenajes por parte de Nars y más.
Fotos: HP Prints, Vogue, Zimbio.