Acaba de estrenar su nuevo videoclip para la canción “Sailor Moon a medianoche”, junto a un equipo conformado por la productora Grieta Cine y el vestuario de Hanspohl. Javiera Amada es actriz, bailarina e instructora de pole dance y cantante que desde Valparaíso marca la diferencia a través de música y estilonaif pero con un contundente tema de fondo: el derecho a escoger las libertades sobre nuestros cuerpos. Con algo que se relaciona con su propia experiencia personal como trasfondo, nos cuenta más sobre su carrera y lo que podriamos ver en un futuro.
-Cuéntanos un poco cómo comenzaste a cantar y cuáles fueron tus primeras influencias.
Mi primera gran influencia en la expresión artística desde el canto fue Shakira, herencia de los gustos musicales de mis hermanas mayores. Recuerdo ver videoclips con ellas desde que tenía cuatro años, escuchar los cassettes y luego ya de grande pedía los CDs y DVDs de conciertos en vivo. Con ella aprendí muchísimo de la expresión a través del cuerpo, de cómo pararse en un escenario y admiraba mucho su creatividad para componer, fui fanática muchos años. Luego ya en la enseñanza media conocí la música de Regina Spektor y me pegó un balazo en la cabeza tanta creatividad, me sumergí en su mundo y pedí a los 15 años que me regalaran un teclado para Navidad porque obvio, si había aprendido a mover las caderas con Shakira, tenía que aprender a tocar las canciones de Regina. El único acercamiento que había tenido hasta ese momento con un instrumento era la flauta dulce en el colegio, así de básico. No tengo hasta hoy ningún conocimiento de teoría musical, cuando quise aprender a tocar teclado tomé clases con un vecino pianista y aprendí a mover los dedos con algunos ejercicios y una canción de Coldplay. Luego dejé de tomar clases y me dediqué a ver tutoriales de canciones de Regina y así me aprendí muchas que luego podía cantarlas y tocar a la vez, me sentía toda una pianista. En la época de la universidad, cuando entré a estudiar Teatro, me llevaba mi teclado a la escuela y durante los ratos libres me dedicaba a practicar y explorar nuevas cosas (cuando estudias teatro, la escuela es tu segundo hogar). Y así mis compañerxs y profesorxs me motivaron a incluir mi canto y mi teclado en algunos exámenes de actuación, lo que me hizo sentir más seguridad en lo que hacía, no sé cómo sucedió porque siempre he sido muy insegura. Y así como me sentía bien tocando y cantando, un día nació “Sailor Moon a medianoche”, solo con mi teclado y la luz de una vela, así de romántico, lo juro. Tal vez el estar constantemente creando en la escuela me motivó a potenciar el lado musical, aunque obviamente vuelven una y otra vez las inseguridades que te dicen ” no puedes hacerlo” o “lo haces mal”, aparecen personas que te dicen que no te dediques a tocar porque no sabes y aunque realmente no sé hacerlo como se supone que tiene que ser, lo hago igual, porque no me interesa que una canción tenga los acordes correctos o los dedos bien puestos. Me interesa poder crear con mis propias herramientas y crecer y aprender según se vayan dando las cosas.
-¿Cómo ha sido para ti manejar tu carrera en el contexto actual?
Ha sido un viaje aprender a manejar la vida en sí. Soy actriz y sólo me dediqué dos años a eso después de titularme, porque apareció el pole dance en mi vida y me metí de lleno: estaba enamorada de la disciplina, hasta en un momento quise hacer de eso una carrera, competir y mil cosas. Me certifiqué como profe para poder hacer clases, estuve en eso un año y llegó la pandemia, cerraron las academias y tuve que dejarlo todo. Sólo me estaba dedicando a hacer lecturas de aura, que es otra de mis pasiones espirituales hippie que hago hace varios años y eso me mantuvo muy ocupada, ya que imagínate lo que es vivir el primer año de pandemia, la gente estaba buscando respuestas y contención por todos lados, mi Whatsapp no paró.
Y dentro de esas revelaciones que la gente tuvo en pandemia, yo tuve la mía que fue desempolvar mi sueño de la vida que era ser cantante. Entonces, hablé con mi amigo el Picho García que siempre desde muy chicos estuvimos apañándonos artísticamente, con sesiones de fotos y videos. Y gracias a él y toda la gente que se fue sumando pude continuar con la música, por lo tanto este contexto ha sido un regalo para mi; poder parar un poco y meditar sobre lo que realmente queremos hacer en la vida, para toda la vida o sólo un rato, apasionándose para siempre o momentáneamente con las cosas.
-En esta canción, abordas el tema del aborto como parte de un derecho. ¿Qué otras temáticas sociales te gustaría abordar con tu música?
Todas las temáticas que me apasionen y que mi creatividad me permita. Me mueven muchas cosas: el animalismo, destruir el sistema macabro en el que vivimos, la protección de la naturaleza, que se queme el patriarcado, que podamos ser personas felices, hay muchísimas cosas de las que podría hablar. Tengo otras canciones que muestran mi mundo interno y mi sensibilidad, mi odio y mi amor por la gente y las cosas. Esta canción sobre el aborto me di cuenta que fue una premonición, porque como feminista era un tema que me llegaba como derecho humano, pero nunca lo había vivido de cerca. La escribí en el año 2013 pero recién pude vivir lo que era un aborto en el año 2015 y lo pasé pésimo, miro para atrás y pienso que a pesar que tuve mucha gente que me acompañó en el proceso de abortar, me sentía súper sola; cuánto me hubiera gustado que llegara Sailor Moon a evitar vivir un proceso personalmente tan desgarrador.
-¿Qué significa Sailor Moon para ti?
Para mi la Sailor Moon es toda la ternura de mi infancia: tenía una polera pirata de ella, el álbum, la veía desde los cuatro años, pegada a la tele chiquitita. Creo que la gente japonesa es muy sabia, muchos anime tienen mensajes súper profundos y espirituales, crean mundos que pueden cambiar la percepción de las personas y eso me pasó a mi. Yo creo mucho en la magia y la Sailor Moon es uno de mis referentes de magias, entre tantos otros. Cuando recuerdo las cosas que me provocaba de niña, me dan ganas de llorar de emoción. Por otro lado, la serie es un gran ejemplo, que a pesar de la censura en algunos países, rompe con la heteronorma mostrando una relación lésbica y con personajes que se escapaban de los roles tradicionales, aunque no puede deshacerse del todo de la visión patriarcal debido a que la creación del anime no dependía solamente de las decisiones de la autora de la idea original, por lo tanto, hay un un exceso de hipersexualización de la infancia y un tratamiento superfluo de algunos temas. En algún punto se vuelve necesaria una radicalización, por eso es que nació el cuestionamiento de ese tiempo: ¿Para qué quieren hacer una nueva versión de la serie? Esta vez deberían incluir un contenido político contingente…
-¿El protagonismo del video en solitario es intencional o está influenciado por temas de pandemia?
El protagonismo en solitario fue una decisión, porque este proyecto nace desde una idea muy íntima y la valorización de ese mundo interno, en conjunto con personas de confianza que pueden ayudarte a canalizar desde sus experiencias, visiones del arte, sentires y apreciaciones. Todas las personas que participaron en este proyecto estamos atravesadas generacionalmente por la lucha incansable de tener que construir nuestros mundos individualmente y sobrevivir, entonces es súper simbólico decidir formar un proyecto desde un enfoque colaborativo y horizontal. Así pudimos ver que la sumatoria de experiencias y perspectivas de un grupo humano pueden nutrir la expresión creativa individual y sostener así una visión global como consecuencia.
Créditos video: Producción, @grietacine; Vestuario @hanspohl; Ilustrador @chicocrucial y animador 3D a cargo de la realización del filtro de Instagram original, @neo.cristo.
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Andrea Martínez Maugard
Periodista y Magister en Comunicaciones, Editora en Jefe de VisteLaCalle. Ex creadora de Martirio's Way, un blog que unía moda, música y cine y que ahora lo encuentras en Instagram como @martiriosway. La historia de la moda y críticas es lo que me mueve en VisteLaCalle.
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