Jordan (Pamela Rooke) fue una de las trabajadoras de la tienda Sex de Vivienne Westwood; Siouxsie llevaba dos años como líder de Siouxsie and The Banshees; Toyah Wilcox se convertiría después en un icono musical new wave y aparecería en Quadrophenia (1979). Éstas son algunas de las historias de los protagonistas de Jubilee (1978), una película de culto que mezcla anarquía y tradición bajo la irreverente mirada de Derek Jarman. Hacer una película punk para él significó reclutar a algunos de los símbolos del movimiento más realistas, así que en Jubilee vemos además a Adam Ant, Jayne County -uno de los primeros artistas trans de la música-, Nell Campbell, quien interpretó a Columbia en otra cinta de culto, The Rocky Horror Picture Show (1976).
De partida, el estilo de cada personaje va más allá de poleras rotas y alfileres de gancho. Cada uno tiene su historia, actitud pero especialmente, su propio estilo mezclado con el de cada artista, así que a Jordan la vemos como Amyl Nitrate enseñando historia enfundada en cardigans y collares de perlas con clara alusión a la monarquía, punto de encuentro para los descargos musicales de la corriente en Londres. Algunos de los estilos parecen muy adelantados para su época, por ejemplo, el de Bod (Jenny Runacre): un traje negro estilo sastre sin ropa interior, una visera negra y mucha sensualidad. Runacre es también el personaje que nos introduce en la historia: la que se supone es la celebración de la Reina Isabel I se transforma en un viaje en el tiempo donde solo presencia caos y destrucción en las calles, con ayuda de otros personajes que la acompañan igual de únicos que el resto.
El discurso de Jubilee puede ser confuso, tal como los sonidos punk; pero al igual que las canciones, son las letras y en este caso los diálogos, los que nos dejan en claro que vivimos en un mundo desesperanzado, sin reglas, límites pero además, lleno de corrupción por parte de las figuras autoritarias. Aquí el hedonismo es el camino del placer y casi del sálvese quien pueda, gracias al “amiguismo” de los personajes con famosos de la industria que los pueden salvar de este mundo maligno. El sexo, el deseo, la fama, las metáforas son también integrantes esenciales de Jubilee, que parece ser la película perfecta para adornar estos momentos propios de anarquía e incertidumbre que vivimos hoy.
Fotos: Criterion, IMDB.