Fotos: Lontano y Lester Villarroel.
Si existe un diseñador que ha aprovechado su regreso a la moda, es Paulo Méndez. Luego de un tiempo alejado de las pasarelas que lo vieron crecer, este año ha pisado con fuerza distintos lugares, tal como la última versión de Guatemala Fashion week donde no dudó en incluir la contingencia actual chilena a manera de protesta. Para el desfile Cosmos, Méndez decidió incluir la performance a través de la presencia de tres bailarines, quienes llevaron faldas shorts estampadas inspiradas en la cultura japonesa.
-¿Cuál era el concepto tras la colección?
La forma en la que se trabajó la colección está ligada al movimiento. Trabajé pensando en incluir una performance o la danza dentro de la pasarela y la estructura de lo que es el pantalón samurai, apelando a sus cualidades ya que es una prenda que se usa para luchar, da mucha libertad y permite moverse. Unido a este concepto de cosmos, que también habla de la espacialidad y de cómo nos podemos llegar a mover en este lugar que es el cosmos. En mis últimos trabajos intento generar momentos que involucren ciertas emociones y sensaciones, en esta ocasión intentamos generar un momento de calma, tranquilo, donde la gente pudiese relajarse. Creo que hoy la forma en la que percibo o creo que prefiero mostrar mi trabajo tiene que ver con eso; con generar emociones en las personas, tocarlas desde adentro, no quedarse con lo superficial de la imagen sino con lo profundo.
-¿Cómo te sentiste después de este desafío?
Satisfecho, contento. Creo que como todo proyecto, significó un reto e involucra solucionar una serie de conflictos o de pormenores que tienen que ver con el tiempo, cosas técnicas, construcción, estampados. La posibilidad de poder participar, generar y ser parte de esto es satisfactorio así que esa es la palabra que define cómo me siento.