En la industria del cine, el vestuario es una parte importante para desarrollar los personajes y la trama; un vestido puede cambiar el rumbo de las cosas. Por eso varias actrices han lucido una prenda color rosa, ya sea de manera casual o formal. Desde Audrey Hepburn a Marilyn Monroe a través de Elizabeth Taylor, descubre los vestidos rosados más icónicos del cine.
Esta semana, en medio de la locura de la visita de Kate Moss a Chile, revisamos algunas coincidencias de la moda que también tienen un singular estilo: entre tops de cadenas que hacen enfrentarse a Chloé con Alexander McQueen, vimos a la actriz Mariana di Girólamo llevar un vestido de referente sport muy similar al Moncler que lució Maya Hawk en un evento hace meses y Gigi Hadid tratando de igualar el encanto de Moss jugando con un gran danés tal como la británica hizo en 1995.
La chaqueta la compré en la venta de garage que hizo el Teatro Colón de Buenos Aires y era una ópera y el jeans es J Brand. Me gusta Valentino y uso el perfume de Carolina Herrera y Calvin Klein.
Te mostramos parte del catálogo de la próxima presentación del Met Gala 2018, una de las exposiciones de modas más importantes y significativas que conmemora la religión católica este año. “Heavenly Bodies: Fashion and the Catholic Imagination” llevará al espectador a través de unas 26 galerías (aproximadamente 60,000 pies cuadrados de espacio expositivo), entre el Museo Metropolitano de Arte y su Met Cloisters. No solo mide 9 por 13 pulgadas, sino que está compuesto por dos volúmenes; las partes separadas pueden describirse como Antiguo y Nuevo Testamento en el sentido de que un volumen se centra en las obras maestras eclesiásticas de la sacristía de la Capilla Sixtina, algunas de las cuales nunca se han visto fuera del Vaticano, y el otro está dedicado a las modas contemporáneas que exhiben la “imaginación católica” junto a los artefactos religiosos de la colección del Met con los que dialogarán.
El MET y su amplio archivo de obras de arte de todos los tiempos, contempla no solo piezas separadas de escultura y moda, sino también algunos casos donde ambas disciplinas se cruzan de manera perfecta. The little fourteen year old dancer es un clásico de Edgar Degas de 1922, el cual se mantiene en el popular museo neoyorquino. Esta escultura mantiene un pequeño tutú que con el pasar de los años parecía destruído y completamente oxidado y allí es donde los expertos en conservación van en su ayuda para realizarle un makeover.