Fue después de graduarse en Stanford cuando Jasmine Étoile Aarons llegó hasta Temuco, a través de la fundación Chol Chol y se enamoró del arte textil mapuche y todo lo que conlleva la cultura de las primeras naciones. Corría 2011 y decidió dar un paso más allá y establecer así una marca de moda artesanal junto a mujeres maestras tejedoras de La Araucanía. Y junto a su co-fundadora, Veronica Currivil Nahuel dieron vida a VOZ, la marca de vestuario que se luce en el SoHo de Nueva York y cuyas confecciones artesanales son en su mayoría hechas a mano por 80 tejedoras, palilleras y artesanos de joyería en plata del sur de Chile. Al mismo tiempo, sus productos en seda son fabricados en Estados Unidos por firmas lideradas por mujeres.
“Son diseños modernos para audiencias internacionales. El fin último es generar ingresos para artesanas que son en gran mayoría de comunidades rurales, que apoyan a sus familias y que no tienen mucho acceso al mercado de la moda”, dice al otro lado de la cámara Jasmine. “En conjunto con las artesanas diseñamos las colecciones para lucir, celebrar y generar pedidos con la artesanía tradicional y no tradicional mapuche de manera ética y sustentable”, agrega. En su sitio web (madebyvoz.com), se pueden ver hermosas confecciones en lana, algodón, lino, seda, alpaca, entre otros. “No estamos limitados; siempre pensamos cómo vamos a ir innovando, respetando la tradición, pero haciendo algo bonito, moderno”, apunta. Ahí, se mezclan elegantes vestidos de colores pastel y diferentes tonos de azul, con un top tejido en color crudo. Para la colección primavera-verano 2021 aparecen muchos vestidos corte al bies en un solo tono, además de blusas con cortes asimétricos. Un infaltable para esta temporada es un vestido de seda charmeuse en colores cobre y un rosado pálido brillante, con un cinto apenas bajo el busto. En lo 100% chileno, también se ve el llamado ‘Wangülen Duster’, una especie de chal corto en algodón, tejido a mano y que muestra el Wangülen o la estrella mapuche que simboliza, en la cosmovisión mapuche, la diosa que dio vida a la tierra.
La pandemia, dice Jasmine, ha cerrado muchas puertas, no solo de su tienda y las que venden en todo el mundo, sino que ha sido muy difícil la producción. “Ha estado tremendamente difícil. La Araucanía y Nuevo Imperial están encuarentenados y con mucha protección policial. Todos los días tenemos que suplicar para poder pasar por un camino para entregar materiales a las artesanas para que puedan trabajar, además de retirar los productos que ya están listos”, relata. “Muchos artesanos dependen económicamente del trabajo con nosotros y la policía no nos deja pasar. Yo entiendo que están tratando de proteger a la gente y los hospitales que están colapsados, pero ha sido extremadamente difícil operar nuestro negocio. Más de 80 artesanos esperan los pedidos de VOZ”, apunta y hace un llamado a las autoridades nacionales para mejorar la entrega de materiales para que las artesanas puedan trabajar.
