Hoy tenemos a Post Malone y Lil’ Nas vistiendo a la usanza del más clásico country, con trajes bordados y coloridos estilos que llevan la esencia de la balada folk norteamericana. Pero antes de ellos, era el cantante Chris Isaak el que rendía homenaje a los clásicos de Elvis, Roy Orbison y Johnny Cash con su guitarra, su encanto y por supuesto, su atractivo que desplegaba en todos sus videos musicales, especialmente “Wicked Game” (1990).
Isaak logró lo que pocos artistas han hecho: llamar la atención de David Lynch. Fue el director de cine el que logró que el cantante saltara a la fama gracias a que la famosa canción fuese incluida en el soundtrack de Wild at Heart (1990). Con ese dato no menor, el artista logró posicionarse en MTV, que por esos años era una verdadera vitrina musical, con el video a cargo de su amigo, el fotógrafo Herb Ritts, quien era cercano al mundo de la moda y puso a la supermodelo Helena Christensen junto a Isaak. El resultado: una explosión de sensualidad que nunca acabó, ya que Isaak siguió grabando videos con afamados directores como Gus Van Sant, Jean-Baptiste Mondino y otros fotógrafos como Bruce Weber, al mismo tiempo que aparecía en portadas de Rolling Stone, revista donde modeló las tendencias masculinas en 1992.
Chaquetas brillantes, botas vaqueras, un jopo más moderno; así era el estilo Isaak. Su atractivo también lo hizo llegar tan lejos como su talento: el cine pronto lo llamaría y sería el propio Lynch quien le ofrecería el rol de Kyle McLachlan en Blue Velvet (1986), el que rechazó. Pero en 1992 aparecería en la cinta Twin Peaks: Fire walk with me, donde interpretó a un detective. Y por si fuera poco hizo un cameo en la serie Friends, donde cantaba junto a Phoebe y hacía gala de su falsete. Pero además de Lynch, Isaak cautivó a otro director famoso: en 1999, Nicole Kidman le sugirió a Stanley Kubrick que pusieran “Baby Did A Bad, Bad Thing” en una escena de Eyes Wide Shut. Cuando Kubrick escuchó la canción, sintió que era perfecta.
Fotos: IMDB, Zimbio, Facebook.
