Aparecen en invierno para acompañar las piernas y protegerlas de cualquier cambio de temperatura. Sin embargo, en el trayecto su origen evolucionó cuando en los años ’60, la moda se tornó radical y aliada de los movimientos feministas, con la introducción de la mini falda. Así, diseñadores como Mary Quant aprovecharon además de darle a las panties una cualidad de lienzo para nuestras piernas, dotándolas de colores y estampados al igual que el resto de las prendas.
Las pantimedias eran un accesorio más del look femenino desde mucho antes de la revolución sesentera. Era tan habitual que en los años ’40, en plena crisis por la guerra y la recesión, las mujeres pintaban su pierna trasera con una linea negra para simular llevarlas puestas. Cuando comenzó la década de los ’60 y el vestuario se convirtió en aliado de nuevas generaciones y opiniones que apelaban al feminismo y liberación sexual, las pantimedias se transformaron e símbolo de rebeldía gracias a la diseñadora Mary Quant. Ella las dotó de formas distintas, psicodelia, personalidad a través de los colores; ya no eran meros accesorios, sino complementos de un atuendo que destacaba la fuerte personalidad de las mujeres de la época.
Así, las vimos con brillos, en amarillo como las llevó Grace Coddington en su época de modelo, con lunares y rayas, todo en pos de una expresión que hasta ese entonces estaba limitada a los vestidos. Hoy en día es muy común encontrar panties con diseños divertidos, gracias a esa década que vio al hombre llegar a la Luna y al atrevimiento de los diseñadores del Space Age.
Fotos: Zimbio, Pleasurephoto.