Por Luna Rojas Sandretti (@lunarojassss)
A corta edad, Luciana Dubini (@lucianadubini) tenía una visión clara de su futuro: dedicarse a la orfebrería. A pesar de su faceta artística, incursionó en campos como las comunicaciones y las pasarelas antes de embarcarse en la creación de esculturas y joyas preciosas que nunca pensó que llegarían hasta Milano Jewerly Week. Originaria de Argentina pero residente en Chile desde principios de los 2000s, cuenta sobre su colección de joyas “Renacer”, sus inicios en la orfebrería y el mensaje detrás del trabajo que presentó durante la feria junto a otros 750 destacados artistas presentes en el evento.
-¿Cómo se origina “Renacer”?
Renacer se inspira en un momento especial de mi vida en el que necesitaba redescubrirme, renacer y enfrentarme al mundo. Me sentía estancada debido a la pandemia y asuntos personales, pero después de eso mi lado artístico fluyó sin problemas. Mi enfoque se centra en la fusión del arte literal y la belleza del arte de la moda. Por lo tanto, dedico gran atención a los sentimientos que inspiran cada obra que creo.
-¿Qué tipo de joyas incluye la colección?
Uno de los elementos destacados de la colección es “Andrómeda”, un brazalete de cobre inspirado en el cosmos con sus espirales y nebulosas. La pieza representa las estrellas titilantes y las constelaciones de la galaxia, mientras que el cobre aporta detalles con relieves que evocan las nubes cósmicas y sus remolinos de gas y polvo, añadiendo profundidad y dimensión al diseño. Este brazalete es una ventana al universo y su belleza, inspirando a quienes lo llevan a apreciar más que una simple pieza de metal. Además del brazalete, creé un anillo de oro amarillo de 18 quilates laminado. Las galerías abrazan trazos bicolor de citrino y fumé, con un elegante engaste en grifas, y los diamantes corte brillante se asientan en un engaste pavé.
-¿Cómo llegaste a Milano Jewerly Week?
Fui seleccionada por Italia. No sé exactamente cómo llegaron a conocer mi trabajo, ya que nunca me había presentado en una feria. De hecho, al principio, creí que era una broma, pero resultó ser un sueño hecho realidad. El embajador de Argentina me invitó personalmente a la Embajada para felicitarme por mi trabajo y me ofreció su apoyo para cualquier actividad que esté a su alcance, por lo que estoy muy agradecida. Es realmente espectacular, y además de todo el glamour, es emocionante compartir con artistas de todo el mundo, desde galeristas y curadores hasta diseñadores.
-¿Qué significó para tí estar presente en Milano Jewerly Week?
Es un gran honor. Este logro es muy especial y siento que es el resultado de mucho esfuerzo y trabajo. Significa que mi arte ha sido bien recibido por el mundo, y eso es invaluable para mí. Estoy enormemente agradecida por el apoyo de las personas que me quieren y me respaldan, ya sea a distancia o de cualquier forma, a quienes llamo mis ángeles. Todo esto va dedicado a las personas que he conocido y que han dejado una huella en mi corazón, lo que me da la fuerza para crear todas estas maravillas que surgen en mi mente.
-¿Cómo empezaste en el negocio de las joyas? ¿Cuándo dijiste “quiero cambiar el rumbo de mi vida en 180 grados y encerrarme en un taller a hacer joyas”?
Durante toda mi vida estuve en contacto con herramientas debido a que mi padre tenía un taller. Sin embargo, a los 20 años, elegí el camino del modelaje y me mudé a Chile, a pesar de estar estudiando periodismo en Córdoba. Durante un tiempo, equilibré ambas pasiones, pero mientras trabajaba en la industria de la moda, el arte comenzó a llamar mi atención. Poco a poco, me di cuenta de que el periodismo no era mi camino, a pesar de mi amor por las
comunicaciones. Un día, mientras caminaba por las calles, vi a una mujer elegante con un collar que me dejó impresionada, y pensé, “yo podría crear algo así”. Comencé a investigar sobre orfebrería, me inscribí en una academia y, desde la primera clase, me enamoré de este arte. En ese momento, supe que esta era mi vocación y que debía dedicarme por completo a ello. Fue como un destello de claridad: sabía que esto era lo que quería hacer en mi vida.
-¿Cuál es tu joya favorita?
Mi joya favorita sin duda es el anillo. Plasmé la energía del amor puro con elegancia y pasión y lo creé con todo mi amor y una visión hacia el futuro. Lo maravilloso es que transforma a quien lo lleva puesto; incluso el vestido más sencillo y aburrido se convierte en algo excepcional al complementarlo con esta joya. Entonces, representa lo que amo: vestir a las personas con una pieza que va más allá de ser un simple complemento. Me apasiona crear joyas que construyan identidad a través de una narrativa única.
Fotos, Gentileza de Luciana.