Típico picnic “cottagecore”. Foto obtenida de Pinterest.
POR IGNACIO ESPINOZA (@iaespinozad)
De seguro has visto miles de videos con el hashtag “cottagecore”. Todos suelen ser muy similares: Picnics con elaboradas ensaladas de frutas, pasteles y té en tazas vintage, sobre un mantel tartán. Casas de campo sacadas de algún libro del siglo XIX, y chicas con vestidos clásicos y chicos con camisas de lino holgadas, todo se asemeja a la vida rural principalmente en Europa, lo cierto es que este trend se ha vuelto prácticamente un estilo de vida. Muchos lo tildan de anacrónico, bucólico o “muy perfecto”, pero lo cierto es que dentro de tanto maximalismo, hipersexualización o el “Y2K”, un poco de romanticismo no hace mal, especialmente a las generaciones más jóvenes.
Taylot Swift, en la sesión de fotos para su álbum “folklore”, realizada por Beth Garrabant. Obtenida de Pinterest.
El término “cottagecore” originalmente nace en Tumblr, como una mezcla entre dos palabras en inglés, “cottage” y “core”. La primera es su traducción literal al español, significa cabaña, y la otra, “core” nace de la música, del “punk hardcore”, y simplemente sirve para definir categorías o distintos géneros musicales. Esta tendencia lo cierto es que no aporta nada nuevo, al contrario, pretende “romantizar” la vida cotidiana, volver a lo simple, ya sea visitando un museo o una cafetería con decoración media vintage, estudiando literatura clásica o armando playlist con música de piano impresionista, soundtrack de películas como “Crepúsculo” o alguna del estudio Ghibli o los álbumes gemelos que lanzó Taylor Swift el 2020, “folklore” y “evermore”, muy inspirados en esta tendencia.
Básicos del cottagecore
La panadería, el bordado, tejer, la florería o la escritura, son algunos de los hobbys a los que se dedican las personas fans de esta estética. Todas estas disciplinas requieren del trabajo manual y artesanal. Por otro lado, las personas citan muchos libros como inspiración, como Mujercitas, Cumbres Borrascosas, El Jardín Secreto o Orgullo y Prejuicio, son prácticamente biblias de esta tendencia.
Otro aspecto importante de esta estética es la nostalgia, y qué mejor que hacerla física a través de los perfumes. Los aromas florales, verdes o más amaderados, con notas como frutas, inciensos, iris, rosa, hojas verdes, hay para todos los gustos. Si buscas algo que huele a mermelada, mañana, campo y cereales, te recomendamos “Poppy & Barley”, “Wild Bluebell” o “Blackberry and Bay” de Jo Malone London. Otra casa de perfumería que se inspira en esta moda es Gucci, aromas como “Gucci Bloom” o “Mémoire d’une Odeur”, son aromas completamente atemporales, el primero destaca por notas florales opulentas y el segundo por un olor que evoca al aceite que se ocupa para las pinturas a óleo. Terminamos con la casa de alta moda y diseño, Hermés, que tiene también una serie de aromas que saldrían de cualquier cuento de hada del siglo XIX. “Un Jardin Sur Le Lagune” es una brisa de aire limpio, con notas florales como la Magnolia y otras sintéticas como un acorde de agua salada, otro aroma que evoca a una huerta de frutos rojos, con hojas verdes y tierra húmeda, es “Eau de Rhubarbe Écarlate”, dentro de una botella roja encantadora.
Colonias “The Art of Living de Hermés”, la última a la derecha es Eau de Rhubarbe Écarlate. Foto obtenida de la página de Pinterest de Hermés.
Finalmente la ropa. Grandes abrigos con patrones tartán, vestidos de lino con motivos florales, botas de combate café, jardineras malgastadas, todo forma parte de esta estética. Todo esto combinado con accesorios más modernos, ayudan a no darte ese look de abuela que muchas chicas temen con esta estética. En el caso de los hombres, camisas blancas de lino, vestones, pantalones caqui, zapatos tipo Oxford, y hasta boinas, forman parte del imaginario, complementado con algún bolso vintage o artesanal.
Todas las fotos obtenidas de Pinterest.
Otras cosas infaltables en la formación de modas o subculturas, son las películas y series, las que te recomendamos si eres fan de este estilo: “Anne with an E”, “Expiación, deseo y pecado”, “Mujercitas” o “Call Me by your Name”. En cuanto a música, los últimos dos discos de Taylor Swift, música clásica o los soundtracks de películas del Studio Ghibli, son perfectos para acompañarte estas frías tardes de invierno. Así que con esto, ya tienes tu guía para poder iniciarte en el Cottagecore.
