Si hay alguien en Chile que ha logrado unir moda y el contexto socio-politico a través de sus diseños es el arquitecto Juan Pablo Espínola. A través de su marca Espinola, ha logrado plasmar momentos como la protesta estudiantil de 2016, la cual vimos en una colección cápsula de poleras que graficaban el suceso. También decidió vestir a la diputada Pamela Jiles cuando asumió su cargo, lo que según Juan Pablo le valió críticas de sus colegas y no teme entregar su opinión en redes sociales. Por eso decidimos preguntarle más acerca de la moda como herramienta de protesta en esta pequeña entrevista.
-En 2016 lanzaste una colección de poleras inspiradas en el movimiento estudiantil. ¿Crees firmemente en el rol de la moda como lugar de expresión del sentir social, protesta y más?
Creo en el poder de la moda como registro visual y empírico de los tiempos. Uno ve a la gente como se viste y entiende cómo funcionan las sociedades, las desigualdades, las políticas frente a la mujer versus el hombre y de dónde viene la energía y el clamor. Para mí la moda es un registro, es una imagen que me cuenta mucho más sobre cómo son las sociedades que lo que puede contarme un medio de comunicación.
Bajo eso, la moda como protesta ha sido uno de mis motivos inspiradores; siempre siento la necesidad de comentar, expresar un sentimiento o mi punto de vista, humildemente, de cómo deberían ser las cosas y eso lo hago a través del vestuario. Y es poderoso; hay una canción que dice “hoy su cara está en todas las remeras, es un muerto que no para de nacer” y es así la influencia que tiene la moda.
-¿Crees que en Chile existen diseñadores capaces de plasmar eso también?
La verdad es que no conozco mucho y no he puesto ojo a propuestas de otros diseñadores. Claramente, veo un miedo gigante a dar tu opinión a través del vestuario y en general, con diseñadores, famosos, influencers, etc., porque acá política y dinero está vinculado y con dinero y que te compren, un diseñador vive. Entiendo que no quieran arriesgar, pero incluso puede ser muy interesante como modelo de negocios hacerlo localmente, sin que le duela a tu negocio (lo que estoy diciendo implícitamente es que tienes que hacer que te compren fuera, pero puedes hacer ruido localmente). Chile es muy chico, lo que te obliga a buscar nuevas perspectivas, más aun si te interesa vender como a mí.
-Cuando decidiste vestir a Pamela Jiles con tu marca Espinola en su debut como Diputada, muchos te criticaron. ¿Por qué crees que eso ocurrió?
Si; hasta el día de hoy, tengo un veto en la moda; no me hablan y nadie me toma en serio. Para mí, es el mejor halago. Es exactamente lo que he buscado, libertad creativa en su máxima expresión y un poco de rebeldía seria, rebeldía como negocio.
-De alguna manera, ¿la crisis actual te ha inspirado también en tu trabajo?
He estado impresionado por el nivel de creatividad en cada demostración y en cada protesta. Es ir y ver un estallido de colores, de vestuario, de imagen que me ha sorprendido mucho, con ganas de recuperar todo ese talento de jóvenes. También soy Arquitecto y caminar y ver a la gente detenerse a contemplar edificios rayados, leerlos e impactarse, es una dinámica de la ciudad que no sucede cuando los edificios están impolutos. Creo que hasta la arquitectura se ha apreciado mucho más ahora que en todo su estado original. Todo esto me ha hecho entender la creatividad y la necesidad de reflejar en objetos, sea ropa o edificios, tu existencia y tu clamor como valores a aplicar dentro de mi trabajo creativo. Estamos en el tránsito, pero todo ha influido en mi proceso; soy una esponja, he absorbido todo.
Fotos: Espinola.
