Seguramente más de alguno ya ha visto la popular serie de Netflix “La Casa de las Flores”. Es la primera producida completamente en Latinoamérica, con un elenco mexicano de lujo y varios momentos inolvidables como el personaje de Paulina (Cecilia Suárez), hablando lentamente “me ol-vi-dé can-ce-lar el ma-ria-chi”. Pero un icono se roba la pantalla y ese es simplemente la icónica Verónica Castro, quien interpreta a la matriarca de la familia, Virginia.
Columpio, ropa urbana desde Venezuela
Ropa y complementos para las personas más relajadas; la propuesta de Columpio es refrescante, repleta de estampados pop muy sesentera. Fue en 2008 cuando Andrea Monroy y Teodoro Moya decidieron crear la firma, los emprendedores venezolanos con su espíritu aventurero e innovador incursionaron profesionalmente en el mundo de la moda. Desde sus inicios, Columpio ha celebrado la individualidad en el estilo, a través de los colores, los estampados y los diseños effortless. Sus piezas conviven con la música, el arte y las expresiones culturales, e incluso se mezclan con ellas. Cada una de sus colecciones muestra el sentido del estilo aventurero y creativo de Monroy y Moya.
El vestido es Topshop, el jeans es Love Made, el chaleco es vintage, las zapatillas son Index, la cartera es Forever 21 y los lentes son Rodenstock. Uso el perfume Modern Muse de Estée Lauder y estoy leyendo el libro de Osho.
“Lo sostenible es tener una falda que te dure diez años”; ”es mejor tener cuatro camisas buenas en el armario, que una nueva cada mes”; “los viejos saben de estilo, no de modas”. Con mensajes como éstos y bajo el lema #semasviejo, la firma Adolfo Domínguez busca concientizar sobre el consumo textil y rebelarse frente al fast fashion. Un fenómeno que convirtió la ropa en prendas pasajeras, trendy, que generalmente duran una temporada – para luego pasar al olvido, dentro del clóset-, y peor aún, en diseños que generan un impacto medioambiental que ha posicionado a la industria como una de las más contaminantes.