En los 90 fuimos invadidos por series, grupos musicales, películas y artistas que dejaron en todos una marca. La añorada y nostálgica década de los 90 parece haber marcado un antes y un después en cientos de personas que hoy en día reconocen haber encontrado su inspiración, estilo o modelo a seguir en aquellos años. Dentro del grupo de las series apareció una que al parecer quería, y logró, retratar perfectamente los estereotipos de los jóvenes de la época, llegando a ser incluso un poco cliché, pero un cliché que a todos nos encantó: Daría Morgendorffer, usualmente conocida solo como Daria.
Si bien Daria era en un comienzo solo la compañera freaky de Beavis y Butthead (otra serie que marcó a varios) fue cosa de tiempo para que sus creadores encontraran en ella el potencial para hacerle una serie propia. Daria es sarcasmo puro: de la sociedad, de los prototipos, de los jóvenes, etc. Ella es una anti-heroína en una sociedad que está empezando a relacionarse con la tecnología y el “cómo me veo”. ¿Un dato curioso? Hay quienes incluso la catalogan como la primera hipster, o al menos como la inspiración de aquel movimiento.
A pesar de ser un dibujo animado, sus botas y anteojos lograron causar sensación. Entre los años 1997 y 2000 las ventas de anteojos ópticos redondos y de bototos para mujeres aumentaron considerablemente gracias a chicos y chicas que buscaban el look “Daria”. De alguna forma el contraste con su hermana Quinn, quien presidía el popular “club de modas”, hablaba de un momento en la industria en el que cientos empezaban a interesarse por estar a la moda o seguir las últimas tendencias mientras otros cuantos no se interesaban en lo más mínimo en demostrar algo a través de su apariencia. De esta manera Daria apareció en un momento en el que ser original y diferente estaba quedando en el olvido, para dar una luz sobre lo importante de ser uno mismo y aceptar lo que es diferente.
Imágenes: Tumblr / TodoSeriesOk