La moda es más que ropa y espectáculo. La moda no está exclusivamente sobre una pasarela ni bajo grandes focos. La moda es un poderoso medio con el cual es posible contar y denunciar hechos culturales, políticos y sociales. Y el último tiempo así lo han demostrado diseñadores y marcas como Antonio Lazalde, Alina Muzychenko y Martín Churba, al transformarse en representantes de un movimiento social y comunicar mediante sus colecciones la realidad o el contexto que viven sus países.
La protesta social de Santiago Goicoechea y Antonio Lazalde
A raíz del contexto social, político y económico de Argentina, el diseñador Antonio Lazalde y el fotógrafo Santiago Goicoechea comenzaron un proyecto independiente, #PROTESTA, con el cual entregan una respuesta crítica al Estado.
Desde 2018 esta dupla decidió utilizar la calle y los tiempos de crisis para entregar un discurso con sus prendas, y utilizar la tela como un lienzo en el que se escriben grandes mensajes.
Pero además de las prendas, el diseño y la locación en la que se realizaron las fotos de la campaña, estos creativos dieron un paso aún más allá, bautizando cada prenda con nombres significativos: el polerón riesgo, el pantalón nacional y la falda Egocripta
Inspiración policial
Rusia no ha estado alejada de las manifestaciones y Alina Muzychenko fue una de las pocas que apoyó el movimiento de protesta. ¿Y cómo? A través de la ropa la diseñadora aprovechó el despertar social para expresar lo que ocurría, con especial enfásis en el actuar policial. Y es que al igual que lo que está sucediendo en Chile, la represión por parte de las instituciones encargadas de la seguridad nacional, se transformaron en uno de los grandes focos de las manifestaciones de la capital rusa. De ahí que una de las más reconocidas creaciones de Alina y su marca Kultrab, sea una polera en la que aparecen dos policías con bastones como si fueran varitas mágicas. También forma parte de la imagen un hombre esposado y una inscripción en inglés en la que podemos leer “libertad y amor.
Crisis económica
Los sueldos bajos, las pensiones aún más bajas, los excesivos costos de una vivienda y la escasez de trabajo, lleva a muchos a encontrar exclusivamente en la calle, un lugar en el cual vivir. Una realidad que si bien no está alejada de nuestro país, se replica en muchos.
Argentina, no ha estado ajena a las crisis y Martín Churba, decidió combinar la moda con la denuncia social y tomar la calle, para en una de sus últimas pasarelas decir fuerte y claro: “La calle no es un lugar para vivir”.
Pero además de este mensaje, todo el desfile y su propuesta dejó pequeños mensajes que generaron que sus espectadores no se fueran con la misma sensación con la que entraron al show. Y es que una colección hecha con los materiales rescatados de la basura, no es simplemente un desafío, sino que un claro ejercicio textil que representa y expone la situación económica que vivía /vive el país vecino.
