Desde Londres, María José Olivera
Andar con un bolso con palillos, lana y una revista de tejidos, dejó de estar relacionado con personas de edad avanzada o directamente con las abuelitas. Hace varios años que el tejido se ha convertido en una actividad que traspasa todas las edades y géneros. Sin embargo, la pandemia ha hecho que esta actividad sea considerada una tendencia mundial que se seguirá desarrollando en los próximos años.
En las calles europeas, se ha hecho cada vez más común ver a personas entre 25 a 30 años tejiendo al aire libre. Así es como en los barrios más residenciales de Londres, es posible ver a grupos de jóvenes tomando un café junto a sus amigos mientras tejen durante varias horas. Este escenario hubiera llamado la atención de muchos hace un par de años, pero hoy en día es parte de la cotidianidad de la ciudad. En la actualidad, es cool llevar laptop, palillos y lanas en la tote bag.
En las redes sociales como Instagram o Facebook, es posible encontrar publicidad de sets que incluyen todo lo necesario para tejer un sweater, cardigan o bufanda. En Dinamarca, por ejemplo, hay empresas que venden set de lanas y palillos con una guía para tejer ropa que pueden llegar a costar más de 200 mil pesos dependiendo de la calidad de la lana. Lo mismo ocurre en el Reino Unido, donde empresas como Wool And The Gang, ofrecen
distintos tipos de sets de tejido según el nivel de expertis del comprador. En España, dos jóvenes tejedoras crearon Mimi Handmade durante la pandemia, tal ha sido su éxito que hoy en día tienen hasta cuatro meses de espera para el pedido de uno de sus sweaters. Esto no solo refleja el valor que han tomado las manualidades durante este último año, sino que también el crecimiento y la importancia que está teniendo el slow fashion.
El artista británico Harry Styles también ha contribuido con esta tendencia mundial. Así es como se pudo ver en redes sociales, especialmente en TikTok, a miles de personas tejiendo un cardigan inspirado en una prenda JW Anderson que vistió el cantante en Today show, en febrero del año recién pasado. Sin lugar a dudas, la pandemia ha jugado un rol fundamental en el boom del tejido. A pesar de que para muchos esta actividad ha tenido una connotación terapéutica, tejer es también un aporte hacia una estilo de vida más sustentable considerando que las prendas creadas son duraderas y hechas de un material tan natural como la lana.
