Fotos: Lester Villarroel (@lester_villarroel), Canal13.cl, Página7
Es EL evento anual para revisar cómo está la percepción acerca de la moda en Chile, especialmente porque se realiza justo en la temporada de alfombras rojas internacionales del cine y la música. La Gala del Festival de Viña del Mar cada vez ha ido tomando mejores notas, tratando de innovar de acuerdo a sus asistentes y sorprender con sus invitados, y este año sin lugar a dudas, vimos todo tipo de estilos, aunque no exentos de polémica: por medio de las redes sociales, supimos que varios rostros habrían querido ser vestidos de manera gratuita por diseñadores chilenos. Pero vamos por parte.
Entre aquellos que destacaron ampliamente, no podemos dejar de mencionar a la actriz Sigrid Alegría, quien armada con un David Koma de Sarika Rodrik, el cabello y escote a lo femme fatale, fusionó el anterior look con el gótico de sus tonalidades, algo que también vimos en otro David Koma llevado por Inna Moller. La rubia se enfundó en un vestido negro brillante de hombreras que bien pudo haber sido llevado por la Deneuve en “The Hunger”, algo elegante y dark pero al mismo tiempo, muy sencillo. Si hablamos de diseños nacionales, Francisca Merino fue una de las que realmente tomó nota y acertó, en un Javiera Jordán. Otra que se atrevió a llevar algo gótico en clave beauty retro fue Mariana Di Girólamo en Pau Poblet. Para Josefina Montané es difícil no sobresalir y lo hizo con cabello a lo Studio 54 y un vestido art decó de su hermana Andrea Montané Novias. Y quizás la más matea de todas fue Eugenia Lemos quien no solo incorporó tendencias como el mismo estilo art decó, flecos y muchos brillos bordados con su Bernardo Santander, sino también con ayuda de Jean Bohus, logró armar un look en sintonía con pasarelas internacionales como la de Christian Siriano.
Si hablamos de tendencias, vimos tres estilos marcadísimos en la noche: primero, el nude brillante que ya es clásico en estos eventos, cortesía de Tonka Tomicic y Diana Bolocco en Roberto Cavalli; también vimos volúmenes, con la elección de Leonor Varela en Carolina Herrera, Kika Silva en Víctor McQueen y Vesta Lugg en Sensen Lii con estilismo de Rod Lab y Mima Zamall; también el metalizado a lo Versace, con el debut de Cote López en un diseño de Fannie Schiavoni que antes llevó la modelo Izabel Goulart y la cantante Camila Gallardo en un metalizado de dos piezas. Por otra parte, la elegancia también la vimos con Vanessa Borghi en un Pato Moreno, Fran García Huidobro en Paulo Méndez y la discordia la tuvo Kel Calderón con una elección similar a la del año pasado, pero esta vez, su vestido floreado de Marchesa mantuvo el quiebre con guantes de látex de Atsuko Kudo y no largas botas de Balenciaga.
Por otra parte, si hablamos de riesgos y un estilo propio ineludible no podemos dejar de lado a Di Mondo, quien realmente está en otra categoría, una donde impactar y ser original es más importante que cualquier otra cosa. Cada año va escalando más su interés por el shock y esta vez, su atuendo nos recordó un estilo muy Las Vegas pero también, algo de aquella colección de Insectos de Thierry Mugler, un espectáculo de los ’80. Y mientras pasaban las horas, llegaron al fin los dos personajes más esperados de todos: los animadores debutantes, Martín Cárcamo en u Sergio Arias rojizo y María Luisa Godoy en un Zuhair Murad. En este caso, se notó excesivamente la diferencia entre el estilo de Godoy y sus antecesoras. Mientras Tomicic y De Moras lograron impresionar con sus elecciones cada vez que aparecían en la alfombra roja -basándose en bordados brillos y metalizados impresionantes-, Godoy parece decantarse por lo más sencillo, lo más natural e incluso anoche parecía un look más hippie que de Alta Costura. Esperamos mucho más y por supuesto que aun quedan noches para ver cómo será la evolución o la consolidación de su identidad como animadora.
