A los 12 años se topó con una cámara y desde ahí, su carrera lo trajo de vuelta a ella. Para Ronald Arriagada, la fotografía fue un camino autodidacta que poco a poco se abrió para su profesionalización. “Mi padre le obsequió a mi hermana una cámara compacta Olympus para sus vacaciones, la cual terminó en mis manos y desde ese entonces, siempre hubo una conexión con las cámaras; le sacaba fotos a lo todo lo que veía”, nos dice Ronald, a quien conocemos en redes sociales como @ronronrun. Luego de una adolescencia donde fotografiaba flores, cielos, amigues y animales, Ronald se embarcó por otros caminos, hasta volver nuevamente a su primer amor.
“Después de haber estudiado cuatro años Diseño Industrial, quise aprender un poco más sobre fotografía, ya que siempre fui autodidacta, así que decidí meterme a una escuela (Fotodesign), y estudiar nuevamente”, asegura. Con un aprendizaje diverso, Ronald ha tenido la oportunidad de asistir a otros fotógrafos y conocer personas del rubro, pero además contar con algo esencial para este exitoso cambio. “Sin el apoyo de mis padres, todas estas oportunidades no hubieran existido y por lo mismo, es un momento que marcó mi vida”, remata.
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