En 1971, la entonces modelo favorita de Halston e hija de uno de los grandes directores de cine, Anjelica Huston, iniciaba un romance con uno de los actores más taquilleros del cine. Huston y Jack Nicholson estarían juntos de alguna manera por más de 17 años y en medio de la tumultuosa relación, harían hasta una película juntos. Fue en “El honor de los Prizzi” (1985) donde no solo interpretarían a ex amantes y miembros del círculo de la mafia, sino también donde Anjelica demostraría su talento como actriz y un estilo difícil de igualar pero altamente inspirador.
Elegante, con accesorios y colores que determinaron la época y un gusto que desbordaba la pantalla, apareció Huston como Maerose Prizzi. En la película, una adaptación de la novela de Richard Condon, Huston encarna a una celosa mujer que persigue el fulminante romance entre el personaje de Nicholson y el de Kathleen Turner. En esta película, fue dirigida por su padre John Huston –el mismo de “El halcón maltés” (1941) o “El tesoro de Sierra Madre” (1948)-, con quien mostró los mismo intereses al momento de dar con la caracterización de Maerose. “Quiero un vestido negro con una tela de Schiaparelli pink encima”, le dirían ambos al Vestuarista, el famoso Donfeld.
Pese a que en esta película su personaje se escudaba en un look imponente, de lujo y sumamente a la moda, Maerose era una mujer frágil que aun estaba afectada por el término de su relación con Nicholson. Fuera de la pantalla, ambos siguieron su relación hasta 1990, cuando Anjelica ya no pudo más con los engaños y el comportamiento que más tarde describiría en su autobiografía “Watch me” (2015). Pero si logró además de dejar una profunda huella en el cine y en la estética de las mujeres de la madia, ganar un Oscar como Mejor Actriz Secundaria, asistiendo a la ceremonia en un traje verde esmeralda de un hombro diseñador por el vestuarista Tzetzi Ganev.
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