Collares, prendedores y aros de cocodrilos. Serpientes de oro con esmeraldas, rubíes y piedras preciosas que alguna vez se posaron en el cuello, orejas y cuerpo de la estrella de la época dorada del cine mexicano, María Féliz, regresaron a la capital mexicana en una concurrida exposición de Cartier en el museo Jumex, en el barrio de Polanco.
Allí, con una muestra bellisimamente montada, se pudo ver desde el 15 de marzo y hasta el 14 de mayo, “El diseño de Cartier: un legado vivo”, el que contaba con joyas propias, otras de colecciones privadas y de su archivo íntimo, como las de María Félix, que son todo un ícono en México.
Ver el prendedor de cocodrilo que Cartier hizo exclusivamente para Félix en 1975 es de alto impacto y evoca un mundo de lujo que rozó y alcanzó a estrellas de Latinoamérica. La misma joya – hecha en oro, con 1.023 incrustaciones de diamantes, 1.060 esmeraldas, y rubí –, la usó la actriz Mabel Cadena, intérprete de Black Panther, en una entrevista con Vogue México de marzo de este año.
Las joyas de María Félix volvieron a México después de 24 años, cuando se expusieron en la muestra “El Arte de Cartier: resplandor del tiempo” que estuvo en el Instituto Nacional de Bellas Artes.