¿Es la moda un objeto, algo que podamos acumular o bien algo que define nuestra sociedad,
nuestro tiempo?¿ Nosotros creamos la moda o la moda crea nuestras identidades,?¿Es el fast
fashion una respuesta a nuestra búsqueda de identidad?
Todo el mundo está a la moda. El arte de vestir, ese espacio entre la tela y nuestros cuerpos, es algo que nos une a todos. En las últimas décadas, el consumo de moda ha aumentado hasta llegar según estadísticas estadounidenses a comprar tres prendas por semanas. Aun así, los estudios sobre la moda han aumentado durante el mismo periodo de tiempo por lo que podemos decir que la gente se interesa por lo que hay en el envoltorio así como lo que no vemos. Desde los 60s hasta los años ’80, la moda ha ido creciendo y se ha vuelto una forma acelerada del cambio global cultural. El amar la moda es odiarla al ver a la vez su potencial creativo, pero también destructivo. La moda ha crecido en sus conceptos y también ha perdido valor por esto; la moda es una sucesión de cambios de estilos.
La moda no es un producto, es una comodidad y esta tiene que ser visual. Así como las etiquetas están por dentro de las prendas, damos más importancia a cómo se ve que cómo se siente; por eso perdemos de vista a las personas en el proceso de producción. Marx se dirigía a las sociedades basadas en producción capitalista como “aquellas que buscaban acumular la mayor cantidad de comodidades, sin pensar en las personas que están detrás de la labor del producto pero si en el producto fruto de su labor”. La moda podría decirse que son Fake News, presentadas en revistas y showrooms, fashionshows mostrando solo una cara y dejando en la oscuridad, la cadena de producción, creadores, suppliers, y el impacto ambiental, para aumentar su valor significativo. Así como colecciones enteras no vendidas son quemadas después del término de la temporada.
Usar de esta manera el capital humano y natural de nuestro planeta hasta el hecho de verlo de esta forma, está inherente en nuestro sistema capitalista. La moda actualmente está buscando su mayor beneficio, sobre todo en lugar de las personas y el ambiente, como lo decía el antropólogo francés Pierre Bordeaui en 1979: cuando compramos una prenda en el aparador,
estamos devaluando la cadena de personas envueltas en la creación pero también apoyándola a seguir produciendo. La moda es una de las industrias menos sustentables porque la vemos como un producto, porque está creada como una comodidad. Pero es verdad que nosotros podemos educarnos aun sobre los procesos, la gente involucrada, y resistir que la moda sea definida como un producto de fetiche a la comodidad. La verdad es que podemos comprar nuestro camino fuera de esta situación que creamos comprando y cuestionar el
rol de la sociedad como compradores pasivos más que creadores activos y recordar que
nosotros hacemos la moda, ¡¡no ella a nosotros!!
Si la moda es hija favorita del capitalismo, la moda no tiene género y ponerle un papel de
niño le quitaría tanto las connotaciones negativas como positivas. Si habla de capitalismo. Y así como los diseñadores sueñan y crean, la moda está dentro de este mismo sueño de la economía mundial capitalista; esta relación oscura es co-dependiente.
La moda es tanto como espejo y distorsión de nuestra sociedad, así como niño y padre del
capitalismo; es una necesidad humana y a la vez superflua, toda a la vez. La moda es contradictoria y tenemos que tener la mente amplia para tener esas dos ideas en la mente y así poder actuar sobre ellas.
Baudrillard, Jean, Symbolic Exchange and Death (1976), SAGE Publications, 1993.
http://vestoj.com/what-fashion-is-not-only/