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Es difícil no conocer las pegajosas tonadas “Sin Despertar” o “Escapar”, ambas canciones de Kudai, una de las bandas más exitosas del pop de los 2000 que por estos días se prepara para dar dos conciertos en Club Chocolate el próximo 14 de enero, ¡sí, dos! Porque la primera fecha programada -un concierto solo para mayores de edad que contará con una fiesta post show-, se agotó en apenas una semana, dando paso a un segundo espectáculo apto para todas las edades. “Nos estaban preguntando muchas personas si podían ir con sus papás porque eran menores de edad”, asegura Tomás Cañas, uno de los miembros de la icónica agrupación, quién conversó con VisteLaCalle sobre las presentaciones que se vienen, sus looks, la nostálgica cultura emo y el reencuentro con sus fans.
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Es importante destacar que sus conciertos en Santiago son solo el inicio de un próspero 2023, porque Pablo Holman, Nicole Natalino, Tomás Cañas y Bárbara Sepúlveda ya tienen agendadas dos fechas en Ecuador para febrero, mientras vienen saliendo de un exitoso 2022 cargado de eventos en Latinoamérica. Empezaron en México, donde junto a la gira “2000 Pop Tour” recorrieron el país que, hace poco más de diez años, los vio consolidar su carrera internacional.
En una semana vendieron todos los tickets para su concierto del próximo 14 de enero en Club Chocolate, por lo que agendaron un segundo show, el mismo día pero más temprano. ¿Cómo se toman eso?
Estamos super ansiosos y felices de presentarnos ante nuestro público que nos vio nacer. Antes de confirmar este concierto nos habían llegado muchísimos mensajes desde todo Chile, pidiendo algún concierto de Kudai, porque nos estaban viendo tocar afuera. Por ejemplo, tocamos en Perú el año pasado, fuimos a México para la gira de los 2000 Pop Tour, y por fin después de casi cuatro años que no tocamos aquí en Chile -¡es mucho tiempo!-, volvemos.
¿Qué sorpresas se vienen para los conciertos del sábado?
Hay algo seguro, y es que vamos a cantar todos los grandes éxitos, los fans no se van a quedar con ganas de escuchar nada que tengan en sus playlist.
Queremos hacer un show largo, queremos tomarnos nuestro tiempo, estamos haciendo un par de invitaciones para tener unos invitados especiales sorpresa ¡Va a estar buenísimo!
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Ustedes tuvieron un largo receso después de su separación en 2009, ¿cómo ha sido este reencuentro con los escenarios y con el público?
En la pandemia tuvimos un periodo de introspección global, que nos hizo volver a la nostalgia y eso nos motivó a juntarnos, además estábamos cumpliendo 20 años desde que nos conocimos como banda.
Sacamos el disco Revuelo y eso fue un puntapié inicial para toda esta energía nueva que estamos resignificando con las canciones antiguas, y con poder volverlas a grabar y presentárselas al público.
¿Cómo se sintieron al regrabar sus éxitos?
Ha sido muy llenador en todo sentido, esa energía que se devuelve, esa simbiosis energética que pasa en el escenario, es muy gratificante poder estar sintiéndola todavía, después de tanto tiempo de haber sacado estos temas.
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Hace más de dos décadas, cuando Pablo, Nicole, Tomás y Bárbara tenían entre 11 y 12 años formaron la agrupación Ciao, banda musical dirigida a niños y que sin pensarlo se transformaría en la antesala de Kudai. Ya en la agrupación que los llevó al estrellato, llegaron a los corazones de cientos de jóvenes a través de sus canciones. En medio de una época donde primaban las tribus urbanas, los cuatro adolescentes fueron parte de los máximos exponentes de la cultura emo.
Hoy cuentan con más de un millón 300 mil oyentes mensuales en spotify y muchos de ellos son adolescentes, sí, los mismos que cuando la banda daba sus primeros pasos, aún no pensaban en nacer. Y es que, ¿quién lo diría? que las canciones que interpretaron los cuatro chilenos cuando eran secundarios, hoy también identifican a los jóvenes centennials.
¿Cómo han visto la evolución de su público?
Ese es un punto muy bonito, porque Kudai siempre apela mucho a la nostalgia y a la generación con la que crecimos. Le cantábamos a las personas con las que nos sentíamos identificados y ellos también se sentían identificados porque estábamos viviendo lo mismo. Pero nos sorprende muchísimo que, extrañamente para nosotros, se ve un interés muy grande de la adolescencia de esta generación en nuestra música, porque yo creo que son temas que siguen resonando. Las nuevas generaciones siguen viviendo con la misma intensidad todas esas sensaciones que nosotros vivimos a los 15-16 años, donde todo es tan importante, donde cada nueva relación es el inicio o el fin del mundo, se siguen sintiendo muy identificados.
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¿Fue una de las razones por las que regrabaron sus grandes éxitos en el disco Revuelo?
Justamente, por eso quisimos regrabar estas canciones y darle una resignificación a las letras, para poder sentirlas desde lo adultos que somos, y es bien interesante el ejercicio mental que uno hace al tener una canción que ha cantado durante tanto tiempo, se va transformando en un mantra.
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Los adolescentes de los 2000 crecieron, y atrás quedaron los ojos maquillados con sombras negras, las cadenas en las caderas, las prendas con estampados de líneas, los piercing y los particulares cortes de pelo de la época emo.
Kudai fue una de las bandas que llevó este estilo con orgullo, pero hoy, más adultos -con 33 y 34 años- sus estilos han cambiado, pero la extravagancia continúa, porque la vestimenta, asegura Tomás, “dice mucho de lo que uno quiere expresar”.
¿Cómo han visto la evolución de su estilo? ¿Trabajan con algún diseñador para ver sus looks?
Con diseñadores específicos no estamos trabajando, la verdad siempre la parte del look lo vemos muy directamente nosotros y siempre hemos querido hablar desde lo que se ve. Yo creo que las tribus urbanas hoy son un collage, así como a la música pop se le puede llamar a tantos estilos base, hoy yo creo que expresarse con lo que uno lleva puesto o el decir con la vestimenta es una mezcla también, es un collage de sensaciones, emociones y expresiones.
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¿Cómo es tu estilo ahora, a diferencia del Tomás adolescente?
A mí siempre me ha gustado mucho la extravagancia, lo diferente, creo que hay que romper un poco con los moldes establecidos para poder decirle a la gente: existen otras posibilidades. Y eso se aplica en la música y en lo que uno se puede poner o no poner.
Decías que les gusta hablar desde lo que se ve, ¿cómo es eso?
Los mensajes de las canciones de Kudai, por ejemplo, siempre fueron letras que podían abarcar muchos temas, eran canciones quizás más subjetivas, más subliminales, y con el video le dábamos el significado y eso tenía que ver con cómo estábamos vestidos y qué es lo que queríamos decir. En Escapar estamos todos de negro, porque es un tema oscuro, el querer salir de ese núcleo familiar tóxico. Usamos el blanco en Ya Nada Queda, Rojo en Déjame Gritar, y así. Siempre había una especie de mensaje a través de la paleta de colores.
Comentabas que ahora están trabajando de forma más autónoma
¡Sí, claro! la ropa, la música, la parte creativa, ahora estamos trabajando muy autónomos. El primer disco de esta nueva etapa se llama Laberinto, porque fue todo un enredo emocional y profesional el poder reencontrarnos los cuatro y trabajar desde la base, e ir haciendo crecer la banda y nuestra marca Kudai. Ha sido bastante complicado, pero lo hemos podido llevar bien y estamos aprendiendo a ser equipo cada día.
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En esta nueva etapa de su retorno adelantaron que venían tres discos, el primero fue Laberinto en el 2019 y el segundo Revuelo, en 2021 ¿Cuándo se viene el tercero?
Se viene otro disco, con colaboraciones, debería estar para la segunda mitad de este año, yo creo. Pero de eso no podemos adelantar mucho.
