Nació en Venezuela, pero tiene doble nacionalidad por lo que también es chilena. Hace siete años que no estaba en nuestro país, dado que se había dedicado a viajar por el mundo viviendo de la moda en lugares como Alemania, India, Skri Lanka, Estados Unidos y Tailandia. Dentro de sus grandes campañas se encuentra el trabajo para una fragancia de Antonio Banderas, un shooting con Terry Richardson y editoriales en revistas como Harper’s Bazaar y Marie Claire. Durante el New York Fashion Week de febrero también formó parte de la pasarela Ohne Titel, una marca de ropa pret-a-porter femenina que se presentó durante los últimos días de los desfiles otoño/invierno en la gran manzana. Con una personalidad bastante natural y fresca, el próximo gran desafío de Pilar Moraga será entrar al reality de Mega “Amor a Prueba”, donde impartirá una nueva faceta ante las cámaras para compartir pantalla con figuras como Camila Recabarren, Pilar Ruiz y Denisse Campos, con quienes representará al grupo de los “jotes” y deberá poner a prueba a ocho parejas con irresistibles tentaciones.
-¿Cuéntanos qué se siente estar de vuelta en Chile y cómo fue que partieron estos 15 años de carrera profesional como modelo internacional?
-¡Se siente genial porque no venía hace siete años! Echaba mucho de menos las comidas, sobre todo las empanadas, y a los familiares que aquí tengo. En cuanto a mi carrera, pues, comenzó desde pequeña, cuando mi hermana postuló a Miss Venezuela. Yo la imitaba y me reía, pero igual me gustaba. Recuerdo que despertaba muy temprano, me iba al cuarto de mis papás y me ponía a ver Fashion Shows en E Entertainment! Television, por ejemplo. Pasaron algunos años y nos vinimos a vivir a Chile cuando tenía 20. Partí como promotora y luego hice castings para comerciales, hasta que en uno conocí al diseñador Jaime Troncoso, quien me dijo que me la jugara por esto, y así empecé.
-¿Cómo fue entrar a esta industria? ¿Cuál fue el impacto?
-Siempre lo encontré súper entretenido. Me parecía un trabajo fácil para ganar dinero, pero sobre todo me gustaba porque conocías a muchas personas y porque no tenía horarios fijos, porque no había una rutina de oficina.
-Tu hermana fue candidata al Miss Venezuela, tu también fuiste pre-candidata dos veces, ¿es muy grande la diferencia entre una Miss versus una modelo que trabaja en pasarelas, editoriales y comerciales?
-Hay mucha diferencia. Yo como modelo puedo ser yo… que me gustan los tatuajes, los peircings y andar con zapatillas todo el día, pero si eres una Miss tienes que ser una señorita con una sonrisa todo el rato. La verdad es que yo no nací para eso; soy ruda y las cosas me dan lo mismo. De hecho, cuando entré era la única que tenía el piercing en la lengua y me tenía que maquillar los tatuajes todos los días, lo cual era una lata.
-¿Cuáles han sido los hitos más relevantes de tu carrera?
-Siempre me pasan cosas muy entretenidas. Siempre conozco gente. Estuve trabajando con el actor Jean-Claude Van Damme en Tailandia y también con Terry Richardson en un casting. Trabajé para L’ Oreal, para Nike y para Antonio Banderas. Todas esas fueron experiencias que me permitieron llegar hasta donde estoy, pero la verdad es que me aburrí un poco… porque a pesar de que a veces me gusta vestirme bien y preocuparme por eso, también prefiero pasar súper desapercibida y decir ¡basta de moda! A veces el círculo de los diseñadores y las modelos es muy crítico y eso me dio un poco de asco. Y desde pequeña en realidad porque es un trabajo de todo momento y no solo para sentirte bien, sino para estar flaca. Eso de vivir con modelos se traduce en hablar de pura comida todo el día, y eso es algo que mentalmente agota.
-¿Cómo ha sido la experiencia de viajar sola por todo el mundo?
-De dos sentimientos a la vez porque extraño mucho a mi familia, pero me gusta ser libre. Entonces lo que da pena es que conoces mucha gente, te encariñas y ya tienes que irte. No obstante, pienso que vas dejando familia en todos lados (…) A mi me encanta sociabilizar, pero también me gusta estar sola, comiendo helado y viendo tele. Al final te acostumbras.
-¿Con qué referentes te ha tocado trabajar en términos de diseñadores, fotógrafos o semanas de la moda?
-Jaime Troncoso, Rubén Campos y el Pato Moreno. En Nueva York hice el Fashion Week en febrero, y en Sri Lanka trabajé para Agatha Ruiz de la Prada, de quien me enamoré porque me encantó. Una de las experiencias más lindas fue ese país, pero en Nueva York también porque los tiempos y formas de trabajar son muy diferentes. Vas 10 minutos antes del desfile, haces un ensayo rápido, te maquillas y en una hora ya desfilaste. En Tailandia es todo lo contrario, partes a las 10 con el primer ensayo, te maquillas a las cuatro y terminas después de las 10 de la noche.
-¿Cuál ha sido la diferencia entre mercados que has podido ver durante estos 15 años de carrera como modelo?
-En Nueva York me parece que todo es hermoso, muy clásico y normal. En Asia se atreven más diría yo. Los japoneses se van en unas voladas increíbles, me parece que son más extravagantes y que no les importa nada. No estoy diciendo que en Nueva York sean más recatados, pero sí son más normales. Acá en Chile también es súper clásico, pero hermoso, con más estilo de calle y ropas más usables.
-¿Qué esperas de este nuevo proyecto con Mega “Amor A Prueba” y cuál va a ser tu rol en el reality?
-Pues el rol está súper claro, es ser una “jote”. Yo vengo como una soltera y mi rol es conquistar al chico o a la chica que esté en una relación. Hay que actuar y es un show, pero yo creo que voy a ser yo y no me las voy a dar de reina. Sí tengo fe en que tendré suerte con la gente, especialmente con los chicos, y creo que me va a ir bien. Lo único que espero es durar bastante, no entrar en un estado metal de locura y llévame bien con el público.
-¿Qué te gustaría hacer después del reality?
-Me gustaría estudiar cinematrografía y trabajar en la televisión como actriz o productora. Creo que me quedaría acá en Chile. Hacia tiempo que quería volver y este país te presenta oportunidades, así que me imagino un tiempo largo.
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