Una amplia experiencia en el mundo académico y una inquieta carrera en el diseño, han llevado a Oscar Ríos desde muy pequeño a interesarse por la historia y el diseño de objetos, vestuario y por supuesto, arquitectura. En esta entrevista, el especialista en Historia del Diseño repasa a través de décadas los sucesos más importantes del diseño mezclados con los de su propia vida.
“Arquitecto de profesión, diseñador por vocación”. Cada vez que uno le pregunta a Oscar Ríos a qué se dedica, esa es su respuesta y cómo no, si la vocación es aquello que funda en absoluto su hacer. Hombre de sur y paisajes fluviales, se formó como arquitecto en la Escuela de la Universidad Católica de Valparaíso, donde reforzó su preocupación por el diseño como acto de vida. Hoy es especialista en Historia del Diseño, lo que le dio la oportunidad de participar como jurado en diversos certámenes y ser invitado a conferencias en Chile y el extranjero. Ríos fue además docente en la Pontificia Universidad Católica de Chile y en la Universidad de Valparaíso (ex Universidad de Chile, sede Valparaíso) y sub-director de la Escuela de Diseño de la Universidad Diego Portales y decano (I) de la Facultad de Arquitectura, Arte y Diseño de la misma Universidad (FAAD). Actualmente dicta clases de Taller de Introducción e Historia del Diseño I y II en la Universidad Diego Portales, donde conjuntamente es Director del Área de Teoría e Historia del Diseño.
Cabe destacar que el pensamiento múltiple de este “arquitecto de trazos” (pues su dibujo y caligrafía son notables), toca desde la historia del arte y la arquitectura pasando por la tipografía, el diseño de automóviles y aviones, el diseño de identidad visual hasta el diseño de vestuario, uno de sus tópicos predilectos. Sin duda una conversación con Oscar Ríos puede transformarse en uno de los mejores intercambios al respecto en la materia, pues su gran capacidad para recordar y relacionar, la sensibilidad al bautizar y su pasión en la fuerza de la palabra como consecuencia de la observación, son ámbitos que cualifican su modo, generando que el relato se introduzca profundamente en el alma de quien lo oye. Por ello, decidimos sentarnos a conversar con este personaje sobre el Diseño Integral en nuestro país, y aquí estampamos las consecuencias.
1. Sobre el Origen
“Me presento: soy un arquitecto que siempre ha tenido mucho interés en el diseño. Me dedico principalmente a trabajar en la Universidad, así que soy de la Academia, en el sentido que tengo la posibilidad de tener un tiempo para hacerme preguntas y discutirlas con los alumnos. He ido descubriendo que la formación en la arquitectura me ha ayudado a lograr lo que yo siempre quise ser, un ilustrador, para crear imágenes y construir relatos.
Cuando tenía cinco años concluía la Segunda Guerra Mundial y, aunque vivía en un pueblo pequeño como Frutillar, hasta allí llegaba información al respecto a través de la Revista En Guardia; revisando su contenido, comienza mi preocupación por los fuselajes de los aviones, las formas del vestuario y las tipografías que venían insertas en ella”.
2. Hitos del Diseño Integral desde la década del 50
“Desde el punto de vista socio cultural, termina la guerra y se levanta Alemania, la que es profundamente castigada al punto de, por ejemplo, no poder tener su línea aérea y tampoco construir sus propios aviones. Las grandes lecciones que extraigo como conclusión son las siguientes:
a. Éste es un período de bonanza para EE.UU.
b. Es el momento del “milagro alemán” (o la “Alemania Joven”), donde surgen nuevas estrategias para hacer diseño, replanteando-suavizando su imagen para luego de ser derrotada, por ejemplo, a través de la creación y desarrollo de la identidad visual de la línea aérea ‘Lufthansa’.
c. Es un período donde comienza a gestarse el futuro: celebrar la vida después de la guerra.
Con respecto a Chile, aparecen las consecuencias de estos sucesos tardíamente; nos saltamos como cultura precisamente el generador de ese pensamiento que es la nueva Escuela de Ulm de finales de los 50, con Maldonado, Rams y Bonsiepe*, pues llega a fines de los 60”.
Gui Bonsiepe:
Diseñador industrial alemán, nacido en 1934. Se formó y luego fue docente en la HfG “Hochschule für Gestaltung” (Escuela Superior de Diseño) ubicada en la ciudad de Ulm, considerada una de las “consecuencias racionales” de la Bauhaus que, durante las décadas del 60 y 70, fue uno de los referentes de mayor importancia para los países en vías de desarrollo en Latinoamérica. Debido al cierre de esta escuela alemana en 1968, Bonsiepe llega a Chile en octubre del mismo año, contratado por la Oficina Internacional del Trabajo OIT debido a una solicitud del ex presidente Eduardo Frei Montalva, a desarrollar la labor de asesor del Servicio de Cooperación Técnica, Sercotec, parte de la Corfo, para potenciar el desarrollo de las medianas y pequeñas industrias: el objetivo era diseñar en pro de solucionar problemas sociales masivos y desarrollar el ámbito de la industria nacional.
3. Hitos del Diseño Integral en la década del 60
“En la gestión del futuro los más informados son aquellos que comienzan a ‘descubrir’, como es el caso de Roberto Matta en el ámbito del arte (¡En él se observa una fuerza!); en la experiencia del “futurismo optimista”, que en Europa se reconoce en el hacer de Paco Rabanne, Pierre Cardin y André Courrèges y que en Chile se observa muy potentemente en el trabajo del diseñador de vestuario Marco Correa (catapultado a través de Revista Paula), quien adapta gráfica de los pueblos precolombinos a la tridimensionalidad del cuerpo. El año 1964 se genera la apertura de la primera Escuela de Diseño en la Universidad de Chile sede Valparaíso, inspirada en la Bauhaus, que había sido el modelo brillante en Europa con los mejores profesores, donde el diseñador en formación se concibe como artista que se acerca a la industria ‘reproduciendo mil veces su obra’.
A fines de la década arriba Bonsiepe de la Escuela de Ulm a nuestro país, quien genera una notable revolución en las áreas del Diseño a través de una propuesta social, como una posibilidad de interpretación, que introduce además en las Escuelas el acto de diseñar como materia de debate. También involucra una visión del diseñador más amplia, donde éste no solo es artista, sino que puede ser una mezcla heterogénea entre varios ‘haceres’: sociólogo, antropólogo, ingeniero o proyectista y/o diseñador, a través de una metodología de trabajo interdisciplinario aboliendo el concepto romántico de la Bauhaus (habilidad v/s sensibilidad).”
4. Hitos del Diseño Integral en la década del 70
“Se suma durante la década del 70 el trabajo y la postura de Enrique Concha, quien ‘viste’ el espacio. Entre ambas décadas acontece también la ‘domesticación de estilos o la cultura de las adaptaciones’, que consiste en ‘rasguñar una cultura que no es nuestra’, observando y llevando lo que sucede en el exterior del país: el cine es referente en el vestuario de este momento histórico”.
5. Hitos del Diseño Integral en la década del 80
“En la ‘moda’ del vestuario se cambia nada, todo se ‘copia’: los viajes son fundamentales en este momento; el estilo se imitaba con las materialidades que se tenían. En estas instancias, el ser intentaba “alimentarse” de lo que venía: miraba hacia adelante, si eso no pasaba, se era ‘in-elegante’.
Ser moderno implicaba construir un lenguaje nuevo: en esta década con respecto a la arquitectura y el diseño industrial acontecen manifestaciones como críticas al minimalismo (‘less is more’) y al racionalismo. Por ejemplo, Venturi descubre en Roma que la complejidad de la ciudad es más ‘entretenida’, mientras Sottsass y Mendini proponen que los objetos tengan sexo, ¡que respiren!
En Chile, el modo nuevo actúa dentro de una modernidad que no cae en los excesos, sino más bien, en un sutil homenaje”.